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Los testigos de Jehová en vez de perder su tiempo predicando los domingos deberian:

¿Deberian los medicos OBLIGAR a sus pacientes en contra de su voluntad a recibir transfusiones de sangre aun cuando exista el riesgo de contraer Sida o Hepatitis?

¿Usan los Testigos de Jehová Imagenes Ocultas en su literatura?

LA WATCHTOWER... ¿¿ADMITE SUS ERRORES???



http://www.insidematrix.net/enews3.php?var=68

Reflexión - admitir los errores


Un anciano que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron las gafas en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no le frenó en manifestar sus fuertes opiniones.

Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa.

En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto". El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estás mirando un espejo".

Moraleja: Tardamos en reconocer y admitir nuestras propias faltas, que parecen muy grandes cuando las vemos en los demás.



 ¿¿¿LA WATCHTOWER ADMITE SUS ERRORES???... POR QUE NO LO COMPROBAIS.. TOMAD NOTA DE LA FECHA DE LA ATALAYA... 1973


*** w73 1/5 págs. 259-260 Muéstrese grande y confiese que se equivocó ***
Muéstrese grande y confiese que se equivocó
“TODOS tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, éste es varón perfecto, capaz de refrenar también el cuerpo entero.” Así escribió un cristiano sobresaliente en Jerusalén hace más de diecinueve siglos. ¿Y se pueden negar sus palabras? ¡Por supuesto que no!—Sant. 3:2.
“Tropezar” es solo otra palabra por “cometer un error” o “equivocarse.” Y aunque todos nos equivocamos, ¡qué difícil nos es confesarlo! Va en contra del orgullo propio. Cuando se le acusa a uno de haber cometido un error uno se inclina a querer justificarse, a disculparse y echarle la culpa a otros o a negar haber cometido el error. Hay que ser grande para reconocer uno su error, para asumir la culpa, para confesar que se ha equivocado o ha usado mal juicio.
A veces los jovencitos tienen una queja válida contra su padre en este sentido. Así sucede que en una ocasión algunos de ellos dijeron: “Queremos mucho a papá; sí, mucho. Pero cuando discutimos, nunca jamás reconoce haberse equivocado o haber cometido un error. ¡Ahora bien, todo el mundo comete errores, a veces!”
A este papá quizás le haya parecido que para asirse de su autoridad jamás debería confesarse culpable de haber cometido un error o haberse equivocado. Sea cual sea el razonamiento, su actitud no fomentaba comunicación y armonía dentro de la familia. Procediendo de este modo desacertado, en vez de fortalecer su autoridad estaba rebajándose a los ojos de sus hijos. Al reconocer que a veces se había equivocado ¡habría demostrado ser lo suficientemente grande para asumir la culpa por los errores!
El rehusar reconocer que uno ha cometido un error es como alegar infalibilidad. Los cabezas de la más grande organización religiosa del mundo durante un siglo han alegado ser infalibles, que no han cometido ningún error —tampoco que ningún papa jamás ha cometido error alguno— al hablar oficialmente sobre asuntos de doctrina y moralidad. Pero cada vez más voces se están alzando dentro de esa mismísima organización religiosa poniendo en tela de juicio esta pretensión. En consecuencia el obispo católico romano, F. Simons, en Indore, India, declaró:
“Cuando, aunque sea con buena fe, la iglesia rebasa el testimonio apostólico acerca de Cristo, no tiene derecho a esperar que puede enseñar tales puntos de vista adicionales con certeza infalible. Los Apóstoles mismos, al exigir fe, apelaban a la evidencia, a lo que habían oído y visto. . . . Tampoco hay alguna promesa o seguridad divina de que la iglesia haya recibido tal dotación en virtud de la cual puede tener certeza acerca de Cristo independientemente del contenido seguro del testimonio apostólico. Tan pronto abandona el fundamento seguro que colocaron los Apóstoles, está sujeta a la ignorancia y errores de su época, que se extienden, como ha mostrado la experiencia, a su mismo entendimiento de las Escrituras.
“La pretensión de infalibilidad causa incalculable daño a la credibilidad de la autoridad docente de la iglesia. Restringe indebidamente su habilidad para aceptar nueva evidencia y la convierte en víctima y defensora de errores del pasado.”—Commonweal, 25 de septiembre de 1970, págs. 480, 481.
En contraste notable con la posición que han adoptado los papas está la posición que han adoptado los testigos cristianos de Jehová. Prontamente reconocen haber cometido errores en cuanto a doctrina y adoración. Por eso durante un tiempo, en común con la cristiandad, celebraban la Navidad hasta que se enteraron de su origen pagano. Por otra parte, puesto que Romanos 13:1 se había interpretado con el significado de que a los gobiernos del mundo tenía que dárseles obediencia incondicional, los Testigos interpretaron que las “autoridades superiores” mencionadas allí aplicaban a Jehová Dios y Jesucristo. Sin embargo, un examen más cuidadoso del contexto reveló que Romanos 13:1 realmente se refiere a los gobiernos políticos de este mundo. Pero al comparar este texto con otros, como Hechos 5:29, que declara: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres,” se discernió que la “sujeción” que se menciona en Romanos 13:1 tiene que ser una sujeción relativa, no incondicional. Es decir, los cristianos han de estar en sujeción a los gobiernos de este mundo mientras éstos no pidan que los cristianos obren de modo contrario a las leyes de Dios. Cuando los gobiernos lo hacen, entonces el cristiano tiene que obedecer la ley superior.—Hech. 4:19, 20.
¿Los señala este reconocimiento de cometer errores como profetas falsos? De ninguna manera, porque los profetas falsos no reconocen cometer errores. De hecho, el libro de los Hechos suministra más de un ejemplo de que los cristianos primitivos estuvieron equivocados en cuanto a sus creencias y hubo necesidad de que fueran enderezados, pero la Palabra de Dios habla de ellos con aprobación. Todo esto está en armonía con el principio bíblico de que “la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.”—Pro. 4:18.
En vista de estos ejemplos, ¿por qué debería serles tan difícil a los individuos confesar que se han equivocado? Ningún humano lo sabe todo; todos seguimos aprendiendo. Vez tras vez, debido a conocimiento insuficiente, nos equivocamos. O, por otra parte, quizás cometamos errores debido a que no dominamos nuestras emociones; quizás hayamos dejado que algo de prejuicio o la vanidad herida haga que respondamos sin primero usar nuestra habilidad para pensar a fin de evaluar las consecuencias de nuestras palabras o acciones.—Pro. 5:1, 2.
El estar dispuesto a confesar que se equivocó es el proceder correcto, porque lo deja a uno con una conciencia limpia. Nos guarda de estar a la defensiva o de tratar de justificar nuestros errores diciendo: “Nadie es perfecto.”
El ser lo suficientemente grande para reconocer un error también es el derrotero que muestra sabiduría. Tal como se notó con los niños que se quejaban de que su papá no reconocía un error, al reconocer nosotros que cometimos un error contribuimos a mejores relaciones con otros, sean nuestros compañeros, nuestros superiores o inferiores... es decir, hablando en cuanto a organización. Y el reconocer el error lo grabará tan firmemente en nuestra propia mente que tendremos menos probabilidad de repetir ese error.
Por eso muéstrese grande. Muéstrese suficientemente grande como para confesar que se equivocó. Esté dispuesto a decir: “Sí, tiene razón. Cometí un error y lo siento.” Entonces esfuércese mucho para no repetirlo.



http://blog.libresencristo.org/general/noticias/la-diferencia-entre-un-pecado-y-un-error/


La diferencia entre un pecado y un error

Publicado en 14. Jun, 2011 por en Desde otros ministerios
Sorprendidos en adulterio, presentando una falsa reclamación de un seguro o robando en una tienda de ropa, he notado una tendencia cada vez mayor en la gente a admitir sus errores, pero no sus pecados
Después que el diario “National Enquirer” publicó la noticia sobre el adulterio del Senador John Edwards, él dijo:
“Hace dos años cometí un grave error, un error del cual solo yo soy responsable, nadie más lo es. En 2006, le hablé a Elizabeth sobre mi error, le pedí que me perdonara y también le pedí perdón a Dios. Esto lo mantuvimos como secreto de nuestra familia desde ese tiempo”
A simple vista, esa declaración pareciera ser de alguien contrito y humillado. Qué mas se puede pedir?
Pero cuando alguien se refiere a este tipo de comportamiento como un error y no como un pecado, está evadiendo su responsabilidad consciente o inconscientemente.
Por qué? Porque hay una diferencia fundamental entre ambos. Mucha gente asume que son sinónimos. Pero no lo son.
La palabra “error” implica un descuido en el entendimiento – algo que se hace sin querer. Por ejemplo, un error legítimo sería:
  • Dar vuelta en una calle de un solo sentido y así ir en contravía
  • Poner sal en el café, pensando que es azúcar
  • Escribir mal una dirección web y terminar entrando a un sitio de pornografía
Todos estos podrían ser errores legítimos. Estos ocurren por descuido o porque nos distraemos. Pero un pecado es más que un error. Es la opción deliberada de hacer algo que sabes que es malo.
La palabra “transgresión” es aún más fuerte. Esta implica el pasar por encima de un límite deliberadamente. La palabra “infracción” es similar. Esta implica entrar a la propiedad de otra persona sin su permiso.
A diferencia con los errores, nosotros sí elegimos pecar. Por lo tanto, debemos aceptar la responsabilidad por ello – y las consecuencias que le siguen. Esta es la medida de la madurez y marca la transición entre la adolescencia y la adultez. Es la base de una sociedad civilizada.
Qué podemos hacer para asegurarnos de mantener esa distinción entre pecados y errores? Sugiero cinco acciones:
  1. Elije tus palabras cuidadosamente. No minimices tu pecado llamándolo error. El significado de la palabra griega homologe? – traducida como confesión en 1 Juan 1:9 -  es “hablar la misma palabra.” En otras palabras, estar de acuerdo con Dios. Expresa tu pecado como Dios lo hace. No puedes ser curado de una enfermedad si continúas negándola.
  2. Toma responsabilidad de tu comportamiento. Si has pecado, reconócelo. (De hecho, si cometes  un error, reconnócelo también). Recibe el golpe. Así hayas sido provocado por otras personas, reconoce tu responsabilidad. Así ellos sean 90% responsables, acepte el 100% de su 10% de responsabilidad. Cuando se trata del pecado, no hay una excusa válida. Nunca.
  3. Reconoce tu. Es normal que sientas culpa cuando pecas. La culpa es un don de Dios, diseñado para iniciar reconciliación. Entre más pronto, aceptes tu responsabilidad, más pronto resolverás el problema. Y nunca sigas tu confesión con la palabra “pero”. Este es el prefacio a una excusa. Ese pero niega todo lo que usted ha dicho antes.
  4. Cambia tu comportamiento: Las palabras se las lleva el viento. Algunas personas son muy expertas en decir lo siento, pero luego … nada cambia. El arrepentimiento no es solo un cambio de mente, es un cambio de dirección. A menos que cambies tu comportamiento, no te  has arrepentido genuinamente, no importa cuantas lágrimas hayas derramado.
  5. Pide perdón: No puedes  exigirlo. No tienes derecho para ello. Sólo  puedes pedir perdón y esperar a que la persona contra la que has pecado extienda  su gracia. Algunas veces, esa persona esperará hasta que hayas mostrado el fruto del arrepentimiento, y eso está bien (mirar Mateo 3:8, Hechos 26:19-20)
Bien, todos cometemos errores. Pero más importante es que todos pecamos. Necesitamos entender la diferencia entre ambos y estar dispuestos a llamarlos como se deben llamar. Hasta que lo hagamos, no podremos reparar verdaderamente lo que ha sido roto.
Pregunta: Como te sentiste  la última vez que alguien pecó contra ti y se refirió a eso como un error?
Original

9 Comentarios

libeth perez
15. Jun, 2011
ES MUY INTERESANTE TODO ESTE PLANTEAMIENTO , QUISIERA SABER COMO PUEDO YO OBTENER ESTAS REFLEXIONES Y PODERLAS COPIAR E IMPREIMIR PARA COMPARTIRLAS CON PERSONAS QUE NO TIENEN LA FACILIDAD DEL INTERNET E TRATADO PERO NO LO HE LOGRADO SI HAY ALGUNA FORMA AVISENME POR FAVOR GRACIAS
Libres en Cristo
15. Jun, 2011
Estimada Libeth,
Nuestro website no permite por ahora copiar el material, debido a que algunas personas se han apropiado del material y lo han publicado como propio. Solamente está disponible en la web. Gracias por comprender.
mabel
15. Jun, 2011
Bendiciones, la verdad es interesante comprender la diferencia entre error y pecado. Pase por una situacion en la cual hubo una confesion, de pecados y admision de errores, el momento fue fuerte y en este momento no recuerdo bien cual de los dos terminos uso esta persona. Lo que si se es que me ha costado decrle que le perdono,
aunque estos pecados los cometio hace algun tiempo atras.
Dios le Bendiga en esta labor tan linda de ayuda.
sorozco
29. Jun, 2011
como puedo hacer para poder visitarlos y conocerlos?
Eduardo Mejia
02. Jul, 2011
Wow esto si fue nuevo para mi, al menos en definir la diferencia y analizarla.
La mente es astuta para sacar ventaja y que evadamos nuestra responsabilidad frente a Dios.
Un abrazo,
pd: Hoy el sitio del blog luce mas que exelente, genial.
Un botton para ir al sitio principal le estoy buscando para interactuar en los dos sitios.
Ciao
Julio Figueroa
19. Jul, 2011
Tiene razon el autor del articulo, no puedo seguir justificando mis pecados calificandolos como errores, y me doy cuenta que son experto en justificar y buscar excusas para evadir mi responsabilidad, ya no lo quiero hacer más necesito madurar y enseñar a mi esposa y mis hijas que soy un verdadero hombre a la manera de Cristo, espero lograrlo y demostrarlo con hechos. Gracias por este articulo liberador para mi
Pedro
14. May, 2012
me gusto mucho!
ahora mi pregunta es sobre la culpa, es realmente un don de Dios? la tristeza del arrepentimiento produce fruto para salvacion, pero la culpa paraliza y condena. no diria que realmente es un “don” de Dios
Nohemi
16. May, 2012
Gracias por la explicar la diferencia entre error y pecado… ha sido de bendicion para mi vida este articulo…
miquel
16. Jul, 2012
entiendo el artículo pero tambien quisiera hacer la observacion que pecado viene del griego hamartia y significa errar en el blanco, fallar en la meta. Es decir todo error de la clase que sea es un pecado sea deliberado o no. Evidentemente el deliberado ( casi la mayoria) es el que conlleva una responsabilidad moral . Por otrolado creo que la trsiteza que nos produce el pecado y que vine de Dios conlleva arrepentiemeinto es decir volver al buen camino pero la culpa mas bien la que traumatiza esta proviene de Satanás y amuchas personas las ha atenazado y muchos dirignetes religiosos la han utilizado en muy mal provecho de su oyentes.


1 comentarios:

  1. Anónimo dijo...

    hablado de errores y pecados en las revista de de los testigos de jehova la atalaya hay mensajes y imagenes de una nueva tabla de espiritismos por medio de un espejo casualidad o deliberado

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