El Papa Benedicto XVI no tuvo pasado nazi
QUE TAL UN VIDEO RESPUESTA A TODA VOZ... JAJAJJAJAJAJJAJAJA
Vuestro Papa es un nazi.avi
http://www.sindioses.org/sociedad/pioxii.html
El Papa Pio XII, Hitler y el genocidio judío ¿Recta razón de la Iglesia?
Por: John Cornwell
Introducción de Carla Antonelli
Acabamos de rememorar el 60 aniversario del fin de la
Segunda Guerra Mundial y derrota del ejercito nazi. En estos días hemos
tenido que escuchar cosas tan terribles como que el cardenal y
arzobispo emérito de Barcelona, Ricard María Carles, ha hecho una
comparación de España con Auschwitz. Ante tal atrevimiento se hace
necesario recordar cual fue la postura de la Iglesia Católica, Vaticano y
Pío XII ante el genocidio de los judíos en Europa. Por si fuera poco
este fin de semana hemos tenido que oír de la Conferencia Episcopal
Española el darnos dogmas de "la recta razón y moral"; no son ellos
precisamente los mas indicados en esta materia pedagógica. A sus
espaldas cabalgan crímenes contra la humanidad como los de la "Santa
Inquisición" ó " Santo oficio", hoy llamado "Congregación para la
doctrina de la fe", la inquisición nunca fue abolida por la Iglesia,
solo actualizó su nombre a este ultimo, congregación dirigida hasta
escasos días por el actual Benedicto XVI, o Ratzinger, que así se
llamaba cuando era miembro de la juventudes nazis para mas tarde ser
soldado de Hitler en las baterías antiaereas, pero bueno, esto ultimo es
otra historia a la que dedicaremos un capitulo aparte en breve.
En este acto de rememoración ofrecemos un articulo de John Cornwell,
autor del libro "El Papa de Hitler", que hace un recorrido por la vida
de Pio XII, su antisemitismo y escandaloso silencio ante el genocidio de
millones de judíos, gitanos, homosexuales y transexuales durante la
segunda guerra mundial y la "solución final" de Hitler y su ejercito
nazi .Ya hubieran dicho la mitad de lo que han vertido en contra de los matrimonios homosexuales durante el genocidio nazi, cientos de miles de vidas se hubieran salvado; pero no, ante Hitler, Franco, Pinochet, Videla o Mussolini se caracterizaron por su ambigüedad, falta de contundencia y vergonzoso silencio, o en cohabitación cómplice directa. Como Jorge Arturo Agustín Medina Estévez que apoyó sin reservas a la dictadura del general Augusto Pinochet.
También los apoyos de los papas Pio XI, Pio XII y Juan XXII que dan su bendición especial a Franco en su golpe militar y guerra fraticida entre españoles:
"a los que se habían impuesto la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los derechos y el honor de Dios y de la Religión" (Pío XI, Castelgandolfo, 1936).Cuando Mussolini decidió lanzarse a una guerra de conquista, contra Etiopía, Pio XII aprobó que aquellas modernas armas de fuego que iban a masacrar africanos armados de lanzas y cuchillos, fueran bendecidas por cardenales cercanos a la sede de San Pedro. El cardenal Schuster, de Milán, proclamó la expansión fascista en África como "una guerra santa".
"España (...) acaba de dar a los profetas del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores de la religión y del espíritu" (Pío XII, 1939).
"Franco da leyes católicas, ayuda a la iglesia, es un buen católico: ¿Qué más se quiere?" (Juan 23, 1960).
Nunca estuvieron más cerca, física y espiritualmente, las FF.AA. en Argentina y la Iglesia como a partir del golpe del 24 de marzo de 1976. "La Jerarquía apoyó el sistema de la desaparición de personas en forma teórica y práctica. Teóricamente, por medio de la Teología de la Dominación que legitimó la Doctrina de la Seguridad Nacional, como se ha considerado, y prácticamente, con el servicio del Vicariato Castrense, el cual, por medio del Vicario Adolfo Tortolo hasta 1982 y José M. Medina desde entonces; del Provicario Victorio Bonamín y de los 250 capellanes militares prestaron la debida "asistencia espiritual" a los desaparecedores. Debe tenerse en cuenta que el Vicario Castrense es elegido ‘por la Santa Sede de acuerdo con el Presidente de la República’. Si tenemos en cuenta el conocimiento abundante que el Papa tenía de la existencia de las desapariciones y de los centros clandestinos, se debe concluir que la Santa Sede dio su apoyo legitimador al sistema de las ‘desapariciones’"
Cuestiones bastantes indicativas para hacernos una ligera idea de quienes hoy son tan atrevidos como para erigirse en defensores de " la recta razón y moral ". La vergüenza debería ser el XI mandamiento y carecer de ella pecado capital.
"El Papa de Hitler" Por: John Cornwell
(fragmento)Siempre estuve convencido de que la evidente santidad de Eugenio Pacelli era una prueba de su buena fe. ¿Cómo podría haber traicionado a los judíos un Papa tan Santo?. Pedí acceso a documentos cruciales, asegurándoles a sus custodios que estaba del lado de mi investigado: en un libro titulado Un ladrón en la Noche, yo había defendido al Vaticano contra cargos del asesinato del Papa Juan Pablo I por sus pares.
Dos oficiales me permitieron acceder al material secreto: declaraciones bajo juramento que se juntaron hace treinta años para avalar el proceso de canonización de Pacelli y el archivo de la Secretaría de Estado del Vaticano. También recurrí a fuentes alemanas en relación con las actividades de Pacelli en Alemania durante las décadas del ´20 y del ´30, incluidos sus contactos con Adolf Hitler.
A mediados de 1997 me encontré en un estado de shock moral. El material que había juntado no apuntaba a una exoneración sino a una acusación aún más escandalosa.
La evidencia era explosiva, Mostraba por primera vez que Pacelli (Pío XII) era abiertamente, y según sus propias palabras, antisemita.
Pacelli llegó al Vaticano en 1901, a la edad de 24 años, reclutado para especializarse en cuestiones internacionales y derecho canónico. Colaboró con su superior, Pietro Gasparri, en la reformulación del Código de Derecho Canónico que se distribuyó en 1917 a los obispos católicos de todo el mundo.
A la edad de 41 años, ya arzobispo, Pacelli partió hacia Munich como nuncio papal para comenzar el proceso de eliminar los desafíos legales a la nueva autocracia papal y procurar un tratado entre el papado y Alemania como un todo, que reemplazará todos los arreglos locales y se convirtiera en un modelo de las relaciones entre la Iglesia Católica y los Estados.
En mayo de 1917 recorrió Alemania, destruida por la guerra, ofreciendo su caridad a gente de todas las religiones. Sin embargo, en una carta al Vaticano, reveló tener menos amor por los judíos. El 4 de septiembre le informó a Gasparri, que era cardenal secretario de estado en el Vaticano, que un doctor Werner, el rabino jefe de Munich, se había acercado a la nunciatura para rogar un favor. Con el fin de celebrar Succoth, los judíos necesitaban hojas de palmeras, que normalmente llegaban de Italia. Pero el gobierno italiano había prohibido la exportación, vía Suiza, de unas palmeras que los judíos habían comprado y que estaban retenidas en Como. "La comunidad israelita" continuaba Pacelli "busca la intervención del Papa con la esperanza de que abogue a favor de los miles de judíos alemanes".
Pacelli le dijo a Gasparri que no le parecía apropiado que el Vaticano "los ayudara en la práctica de su culto judío". Gasparri respondió que confiaba completamente en la "astucia" de Pacelli, coincidiendo con que no sería apropiado ayudar al rabino Werner.
Dieciocho meses más tarde reveló su antipatía por los judíos de una manera más abiertamente antisemita, cuando estuvo en el centro de una revuelta bolchevique en Munich. En una carta a Gasparri, Pacelli describió a los revolucionarios y a su líder, Eugenio Levien: "Un ejército de trabajadores corría de un lado a otro, dando órdenes, y en el medio, una pandilla de mujeres jóvenes, de dudosa apariencia, judías como todos los demás", daba vueltas por las salas con sonrisas provocativas, degradantes y sugestivas.
La jefa de esa pandilla de mujeres era la amante de Levien, una joven mujer rusa, judía y divorciada. (...) Este Levien es un hombre joven, de unos 30 o 35 años, también ruso y judío. Pálido sucio, con ojos vacíos, voz ronca, vulgar repulsivo, con una cara a la vez inteligente y taimada.
Hitler que había logrado su primer gran triunfo en las elecciones de 1930, quería un trato con el Vaticano porque estaba convencido de que su movimiento sólo podía tener éxito si se eliminaba al catolicismo político y sus redes democráticas. Luego de su ascenso al poder en enero de 1933, Hitler hizo una prioridad de su negociación con Pacelli.
El Concordato del reich le garantizó a Pacelli el derecho a imponer un nuevo Código de Leyes Canónicas sobre los católicos de Alemania. A cambio, Pacelli colaboró en el retiro de los católicos de la actividad política y social. Luego Hitler insistió en la disolución "voluntaria" del Partido Central Católico Alemán!.
Los judíos fueron las primeras víctimas del Concordato: luego de su firma, el 14 de julio de 1933, Hitler dijo a su gabinete que el tratado había creado una atmósfera de confianza "especialmente significativa en la lucha urgente contra el judaísmo internacional". Aseguraba que la Iglesia Católica le había dado su bendición pública, en el país y afuera, al nacionalsocialismo, incluida su posición antisemita.
Durante los años ´30, a medida que el antisemitismo nazi crecía en Alemania, Pacelli no se quejó ni siquiera en nombre de los judios convertidos al catolicismo: para él, era cuestión de política interna.
En enero de 1937, tres cardenales y dos obispos alemanes viajaron al Vaticano para pedir una vigorosa protesta contra la persecución nazi de la Iglesia Católica, a la que se le habían suprimido todas las formas de actividad con excepción de los servicios religiosos. Finalmente, Pío XI decidió lanzar una encíclica, escrita bajo la dirección de Pacelli (futuro Pio XII), donde no había ninguna condena explícita al antisemitismo.
En el verano de 1938, mientras agonizaba, Pío XI se preocupó por el antisemitismo en Europa y encargó la redacción de otra encíclica dedicada al tema. El texto que nunca vió la luz del día, se descubrió hace poco. Lo escribieron tres jesuitas, pero presumiblemente Pacelli estuvo a cargo del proyecto. Se iba a llamar Humani Generis Unitas (La unión de las raza humana) y, a pesar de sus buenas intenciones, está lleno de una antisemitismo que Pacelli había mostrado en su primer estadía en Alemania. Los Judíos, dice el texto, eran responsables de su destino, Dios los había elegido, pero ellos negaron y mataron a Cristo. Y "cegados por su sueño de triunfo mundial y éxito materialista" se merecían "la ruina material y espiritual" que se habían echado sobre sí mismos.
El documento advierte que defender a los judíos como exigen "los principios de humanidad cristianos" podría conllevar el riesgo inaceptable de caer en la trampa de la política secular. La encíclica llegó a los jesuitas de Roma a fines de 1938; hasta el día de hoy, no se sabe por qué no fue elevada a Pío XII, Pacelli, convertido en Papa el 12 de marzo de 1939, sepultó el documento en los archivos secretos y les dijo a los cardenales alemanes que iba a mantener relaciones diplomáticas normales con Hitler.
Pacelli conoció los planes nazis para exterminar a los judíos de Europa en enero de 1942. Las deportaciones a campos de exterminio habían comenzado en diciembre de 1941. A lo largo de 1942, Pacelli recibió información confiable sobre los detalles de la solución final provista por los británicos, franceses y norteamericanos en el Vaticano.
El 17 de marzo de 1942, representantes de las organizaciones judías reunidos en Suiza le enviaron un memorándum a través del nuncio papal en Berna, donde detallaban las violentas medidas antisemitas en Alemania, en sus territorios aliados y en zonas conquistadas. El memo fue excluido de los documentos de la época de la guerra que el Vaticano publicó entre 1965 y 1981.
En septiembre de 1942, el presidente norteamericano Franklin Roosevelt envió a su representante personal, Mylon Taylor, a que le pediera a Pacelli una declaración contra el exterminio de los judíos. Pacelli se negó a hablar porque debía elevarse sobre las partes beligerantes.
El 24 de diciembre de 1942, finalmente, Pacelli habló de "aquellos cientos de miles que, sin culpa propia, a veces sólo por su nacionalidad o raza, reciben la marca de la muerte o la extinción gradual". Esa fue su denuncia pública mas fuerte de la solución final.
Pero hay algo peor. Luego de la liberación de Roma, Pio XII pronunció su superioridad moral retrospectiva por haber hablado y actuado a favor de los judíos. Ante un grupo de palestinos, dijo el 3 de agosto de 1946:
"Desaprobamos todo uso de fuerza (...) como en el pasado condenamos en varias ocasiones las persecuciones que el fanatismo antisemita infligió al pueblo hebreo." Su autoexculpación grandilocuente un año después del fin de la guerra demostró que no sólo fue Papa ideal para la solución final nazi, sino que también un hipócrita.
¿Qué dicen los nuevos documentos?
La nueva evidencia que recopilé muestra que:
- La asombrosa antipatía de Pacelli por los judíos venía de 1917, lo cual contradice que sus omisiones fueron hechas de buena fe y que "amaba" a los judíos y respetaba su religión.
- Pacelli le reconoció al Tercer Reich que sus políticas antisemítas eran asuntos internos de Alemania. El Concordato entre Hitler y el Vaticano creó un clima ideal para la persecución de los judíos.
- Pacelli no avaló la protesta de los obispos católicos alemanes contra el antisemitismo.
- Pacelli intentó mitigar el efecto de las encíclicas de Pío XI al darle garantías diplomáticas privadas a Berlín, a pesar de conocer la abierta persecución de los judíos.
- Pacelli estaba convencido de que los judíos se habían procurado su suerte: intervenir a su favor sólo podía llevar a la Iglesia hacia alianzas con fuerzas hostiles al catolicismo.
http://edant.clarin.com/diario/2005/04/27/elmundo/i-02103.htm
POLEMICA POR LA PARTICIPACION DE RATZINGER EN EL EJERCITO DEL TERCER REICH
El "pasado nazi" de Benedicto XVl, un capítulo que no tiene secretos
De joven se enroló en la Juventud Hitleriana, en 1941. Lo admite en su autobiografía. Historiadores dicen que era algo común entre los jóvenes de su generación.
Richard Bernstein y Mark Landler. THE NEW YORK TIMES. ESPECIAL
El día después de que el cardenal Joseph Ratzinger se convirtiera en el Papa Benedicto XVI, algunos titulares llamaban la atención sobre un momento supuestamente oscuro en su pasado, cuando el Papa alemán fue miembro, brevemente, de la Juventud Hitleriana. "Humo blanco, pasado negro" escribió el Yediot Ahronot de Israel. "De la Juventud Hitleriana al Vaticano" fue la manera en que lo expresó The Guardian.
¿Acaso Benedicto XVI esconde un pasado secreto, que incluye una simpatía por los nazis? La respuesta a ese interrogante, al menos según la evidencia disponible, es "no".
Se sabe, e incluso fue admitido por el Papa en su autobiografía, que por un tiempo en 1941 y 1942, Ratzinger, por entonces un adolescente, estuvo en la principal organización del partido Nazi para adoctrinar a los jóvenes. Enrolarse en la Juventud Hitleriana era una obligación para cualquier estudiante secundario. Después, sirvió un tiempo en una unidad antiaérea que resguardaba una planta de BMW cerca de Munich y hay fotos que muestran a Ratzinger con el uniforme paramilitar de las llamadas unidades de fuego antiaéreo.
Pero los historiadores y los grupos judíos coinciden en que el registro de tiempos de guerra del Papa, que era muy común entre los jóvenes de su generación, hoy tiene poca importancia, si es que la tiene.
Es cierto que Benedicto XVI es un Papa que alguna vez llevó puesto un uniforme de la Wehrmacht. Pero como principal asesor del Papa Juan Pablo II en cuestiones doctrinales, fue una figura central en uno de los últimos gestos más promocionados del Papa fallecido: pedir disculpas por el papel de los católicos durante el Holocausto.
"Todos estaban en la Juventud Hitleriana", dijo por teléfono Olaf Blaschke, experto en historia de la iglesia moderna en la Trier University. "Era algo obligatorio, difícil de evadir. Y los que eran adoctrinados por esas ideologías eran los mismos que más tarde construyeron la República Federal de Alemania y pelearon contra todos los totalitarismos".
Cuando era arzobispo de Munich, Ratzinger habló poco sobre la guerra o los judíos y no parece haber formulado denuncias resonantes contra el antisemitismo. Pero como mano derecha de Juan Pablo II, tuvo un papel importante en la redacción de la encíclica "Nosotros recordamos" de 1998, y, claramente, participó en otros gestos que hizo el Papa para reconciliarse con los judíos.
La familia Ratzinger también estaba en contra de los nazis, según su biógrafo, John Allen Jr., por cual el padre de Joseph fue degradado como policía y se vio obligado a mudarse con su familia varias veces. "Cuando se estableció la Juventud Hitleriana, mi hermano fue obligado a enrolarse", contó Ratzinger en 1997. "Yo todavía era muy joven, pero después, cuando ingresé al seminario, también tuve que enrolarme. Pero apenas dejé el seminario, no volví a verlos más. Y esto era difícil, porque para obtener un descuento en los aranceles educativos, que a mí me hacían mucha falta, había que demostrar que uno era miembro de la Juventud Hitleriana".
En 1943, según la biografía de Allen, Ratzinger fue reclutado para un grupo antiaéreo. Lo mandaron un tiempo breve a la frontera austro—húngara para poner trampas para tanques y desertó cuando lo enviaron de vuelta a Bavaria. Después de la guerra, entró en un seminario y así empezó su carrera en la iglesia. Dada su postura conservadora, y su hostilidad activa frente a las tendencias liberales en la iglesia, Ratzinger se ganó epítetos poco elogiosos en la prensa alemana. "Panzerkardinal" es uno de los frecuentes.
Muchas figuras judías elogiaron al nuevo Papa. "Nunca negó el pasado, nunca lo ocultó", dijo Abraham Foxman, director de la Liga Antidifamación. El Jerusalem Post, en un editorial, explicó el por qué de su falta de preocupación. "En cuanto a la cuestión de la Juventud Hitleriana, ni siquiera el Yad Vashem consideró que merecía una investigación", dijo, refiriéndose al centro de investigación y Monumento al Holocausto en Jerusalén. "¿Por qué deberíamos preocuparnos nosotros?"
http://es.wikipedia.org/wiki/Bibelforscher
Bibelforscher
Bibelforscher (en alemán, literalmente, "Estudiantes de la Biblia") o Zeugen Jehovas (literalmente "Testigos de Jehová") es un término que se usa para referirse a los Testigos de Jehová durante la Alemania Nazi (años 1933 a 1945). En ocasiones se emplearon también para referirse a ellos el acrónimo Bifo (de BIbelFOrscher), la expresión Bibelvolk ("pueblo de la Biblia") y las siglas I.B.V. (Internationale Bibeforschervereinigung, "Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia").Desde el régimen nazi se tachó a los Bibelforscher o Zeugen Jehovas de escrutadores, sectarios, exégetas, fundamentalistas y defensores de la Biblia.
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Campaña nazi contra los Bibelforscher
La campaña nazi contra los Bibelforscher comenzó en 1933, cuando Hitler subió al poder. En ese año el gobierno nazi disolvió la organización y la ley prohibió que se hiciese proselitismo o propaganda. En 1934, Hitler recibe cerca de 20.000 telegramas y cartas de protesta de Estudiantes Internacionales de la Biblia de todo el mundo. Entre ellas la carta del presidente J.F. Rutherford de la Sociedad Watch Tower, que en aquellos momentos decía:"Quizás logre resistir a todos los hombres, más no a Jehová Dios.[...] En el nombre de Jehová Dios y de su Rey nombrado, Cristo Jesús, le pido que ordene a todos los funcionarios y siervos de su gobierno que permitan a los testigos de Jehová de Alemania reunirse pacíficamente y adorar a Dios sin estorbo". Rutherford señaló que si en 1934 no se había aliviado la situación de los Bibelforscher los detalles de la persecución se publicarían por toda Alemania y el resto del mundo.El efecto que tuvieron en Hitler las cartas, y especialmente los telegramas, se puede ver por un informe escrito por Karl R.Wittig, autenticado por un notario público en Francfort del Meno el 13 de noviembre de 1947, en el despacho del Dr. Wilhelm Frick, en Berlín, allí se declara:
"El 7 de octubre de 1934, habiendo sido citado anteriormente, visité al doctor Wilhelm Frick, en ese entonces Ministro de Gobernación del Reich y de Prusia, en su oficina matríz del Reich, ubicada en Berlín, 6 am Köenigsplatz, ya que yo era plenipotenciario del general Ludendorff. Mi misión era la de recibir comunicaciones, cuyo contenido tenía la intención de persuadir al general Ludendorff a descontinuar su objeción al régimen nazi. En el transcurso de mis deliberaciones con el doctor Frick, Hitler apareció repentinamente y comenzó a participar en la conversación. Cuando nuestra discusión forzosamente trató de la acción que se había tomado hasta la fecha contra la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia [los testigos de Jehová] en Alemania, el doctor Frick enseñó a Hitler varios telegramas en que se protestaba contra la persecución de los Estudiantes de la Biblia que llevaba a cabo el Tercer Reich, diciendo:'Si los Estudiantes de la Biblia no se conforman inmediatamente, actuaremos contra ellos empleando los medios más severos.' Después de lo cual Hitler se puso de pie precipitadamente y con los puños cerrados gritó histéricamente: '¡Esta cría será exterminada en Alemania!' Cuatro años después de esta discusión yo tuve la oportunidad de convencerme por medio de mis propias observaciones durante los siete años en detención protectoria en el infierno de los campos de concentración nazis en Sachsenhausen, Flossenbürg y Mauthausen -estuve encarcelado hasta que fui librado por los Aliados- que la explosión de ira de Hitler no era sencillamente una amenaza vana. Ningún otro grupo de prisioneros en los mencionados campos de concentración fue expuesto al sadismo de los soldados de la SS en la forma en que fueron expuestos a ello los Estudiantes de la Biblia. Fue un sadismo marcado por una cadena interminable de torturas físicas y mentales, algo semejante a lo cual ningún idioma del mundo puede describir."Después de haber enviado las cartas a Hitler, hubo una oleada de arrestos. El lugar donde peor fue esto fue en Hamburgo, donde, en solo unos días después del 7 de octubre, la Gestapo arrestó a 142 miembros.
Anuario de los Testigos de Jehová,1974, págs.138-139 Alemania (Parte 2). Watch Tower bible and tract Society of Pennsylvania
En 1936, se cursó orden de encarcelar a todos los dirigentes de los Internationale Bibelforschervereinigung (I.B.V.) [testigos de Jehová] en Alemania. En 1937 la "Gestapo" ordenó encarcelar a toda persona que de alguna forma apoyara a los Bibelforscher. En 1939, cuando se inicia la guerra entre Alemania y los Aliados, la situación empeora para los Bibelforscher: se les encarcela, tortura y asesina en masa. Se estima que de los 20.000 Bibelforscher que había en Alemania en esa época, llegaron a morir en campos de concentración, prisiones y otros lugares, unos 2500.
Distintivos en los campos de Concentración
En los campos de concentración reconocía a los Bibelforscher o Zeugen Jehovas por el distintivo del Triángulo Púrpura invertido ("der lila Winkel"). También hubo unos pocos Bibelforscher de origen judío, que además de llevar este distintivo, llevaban dos triángulos amarillos formando una estrella de seis puntas superpuesta al triángulo púrpura.El triángulo púrpura fue algo más que un simple trozo de tela cosido en el uniforme del preso. El profesor John K.Roth escribió:
"Si su importancia moral perdura en el recuerdo de la gente, el triángulo púrpura aún puede ser un escudo que nos proteja del desastre, un escudo cuyos vértices dirijan nuestra atención y compromiso hacia una conducta que merece el mayor de los respetos". Holocaust Politics.Los campos de concentración donde estuvieron recluidos los Bibelforscher fueron entre otros: Auschwitz, Belsen, Buchenwald, Dachau, Mauthausen, Niederhagen, Pulawy, Ravensbrück y Sachsenhausen.
Aunque los nombres de los campos de concentración no se revelaron públicamente sino hasta después de la II Guerra Mundial, ya eran conocidos mucho antes entre los lectores de las revistas The Golden Age y Consolation y el libro Cruzada contra el cristianismo (publicaciones de los Bibelforscher). Estas publicaciones mostraban, denunciaban y ubicaban los ataques virulentos de los nazis contra los Bibelforscher (Estudiantes de la Biblia), testigos de Jehová llamados de esta última manera a nivel internacional por la Sociedad Watch Tower desde el año 1931.
El literato Thomas Mann, ganador del premio nobel, escribió: "He leído con profunda emoción el libro y su documentación sobrecogedora. No puedo describir el sentimiento de aversión y odio que embarga mi corazón al leer estos relatos de degradación humana y crueldad abominable. [...] El silencio solo serviría para fomentar la indiferencia moral del mundo,[...] ustedes han cumplido con su deber al publicar este libro y sacar a la luz pública estos hechos".
Reconocimiento a los Bibelforscher
En Alemania, desde el año 1996, el 27 de enero se ha convertido en un día conmemorativo de las víctimas del Tercer Reich. (El 27 de enero de 1945, fue cuando el infame campo de concentración de Auschwitz fue liberado).El Presidente del Parlamento Estatal de Baden-Wartemberg, Sr. Peter Staub, en un discurso oficial de conmemoración pronunciado el 27 de enero de 2003 dijo:
"Todos los que fueron perseguidos por sus creencias religiosas o políticas y que estuvieron dispuestos a morir en lugar de rendirse merecen todo nuestro respeto, un respeto que las palabras no alcanzan a expresar. Los testigos de Jehová fueron la única religión que rehusó rotundamente acceder a las demandas del régimen de Hitler. No levantaban la mano para realizar el saludo hitleriano; se negaban a jurar lealtad al 'Führer y al Estado', y tampoco prestaban el servicio militar ni trabajaban en el ejército. Sus hijos no se afiliaron a las Juventudes Hitlerianas".Además de lo anteriormente citado, el Sr. Straub comentó lo siguiente:
"Los testigos de Jehová, que tenían que llevar un triángulo púrpura en sus uniformes en los campos de concentración, eran los únicos que podían haber puesto fin a su sufrimiento. Bastaba con que firmaran una declaración en la que renegaban de su fe".
Documentales
Los documentales más importantes que hablan acerca de los hechos de los Bibelforscher son:- Los testigos de Jehová se mantienen firmes ante el ataque nazi.
Video documental 78 min,color.
Producido por Watchtower Bible and Tract Society of New York,INC.
- Los triángulos púrpuras.
Video documental 25 min,color.
Distribuido por Watchtower Bible and Tract Society of New York,INC.
- No temáis (Persecución y resistencia de los Testigos de Jehová durante el régimen Nazi).
En colaboración:
Holocaust Memorial Museum, Washington. (EE.UU.)
Subvencionado por:
Kuratorium junger deutscher Film.
Kulturelle Filmförderung de la Baja Sajonia (Alemania).
"Os digo a vosotros, amigos mios: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más." (San Lucas 12 versículo 4,Biblia de Jerusalen.)
Publicaciones
Las publicaciones más importantes que hablan acerca de los hechos de los Bibelforscher entre otras son:- Die Bibelforscher und der Nationalsozialimus (1933-1945),Michel Reynoud alias Leo tristan.
- Die Glaubensgemeinschaft der Zeugen Jehovas während der SED-Diktatur.,Waldemar Hirch.
- Die >>Ernsten Bibelforscher<< im Nationalsozialismus,Sandra Nattland,André Geist.
- Die Bibelforscher und der Nationalsozialismus (1933-1945),Sylvie Graffard - Léo Tristan.
-Traducción española- Los Bibelforscher y el nazismo (1933-1945) -Los olvidados de la historia-,Sylvie Graffard -Léo Tristan.
ISBN: 2 - 908 527 - 53 - 7
- Zwischen Widerstand und Martyrium Die Zeugen Jehovas im "Dritten Reich",Detlef Garbe.
- Hoffnungsstrahl im Nazi-Sturm,Max Liebster.
Referencias
- Watch Tower Bible and Tract Society of New York, INC.
- Watch Tower Bible and Tract Society of New York, INC.
- Watch Tower Bible and Tract Society of New York, INC.
- Watch Tower Bible and Tract Society of New York, INC.
- "The Nazi State And The New Religions: Five Case Studies In Non-Conformity"
- Sylvie Graffard - Léo Tristan.
http://www.taringa.net/posts/info/11105731/Triangulos-Purpuras-de-la-II-Guerra-Mundial_.html
Triángulos Púrpuras de la II Guerra Mundial.
http://www.lanacion.com.ar/669639-el-holocausto-los-triangulos-purpura
El Holocausto: los triángulos púrpura
A menudo olvidados en la memoria
colectiva que recuerda a las víctimas de la persecución nazi, miles de
Testigos de Jehová fueron deportados a campos de concentración por
mantener sus convicciones en la fe
Obstinados, tenaces, fieles a sus convicciones religiosas hasta lo
último, los Testigos de Jehová fueron brutalmente perseguidos por el
nazismo, en una historia relativamente poco conocida, cuyas
particularidades la vuelven singular. Desde un comienzo fueron marcados
por su negativa a hacer el servicio militar, a respetar la cruz
esvástica y a realizar el saludo nazi, en lugar del cual sólo decían
"Buenos días", por considerar que el obligatorio "Heil Hitler" implicaba
una reverencia sólo reservada a Dios.
A diferencia de otros grupos que eran condenados a priori más allá de su
voluntad, los denominados "estudiantes de la Biblia" tuvieron la
posibilidad de salvarse con sólo firmar una carta renunciando a su fe y
adhiriendo a la autoridad del régimen -que los nazis les entregaron en
los campos-, pero muy pocos lo hicieron.
Este rasgo particular de su actitud, la indoblegable entrega a su fe, resultó su más implacable condena: unos 10.000 Testigos en Alemania, Austria, Bélgica, Checoslovaquia, Holanda, Noruega y Polonia fueron deportados a diferentes campos de concentración. Entre 2500 y 5000 de ellos murieron en Dachau, Bergen-Belsen, Buchenwald, Sachsenhausen, Ravensbrück, Auschwitz, Mauthausen y otros campos de exterminio. Su historia se enmarca dentro de las persecuciones del III Reich a los cristianos, que incluyeron también a católicos y protestantes que se opusieron a la dictadura.
Un ícono los distinguía: así como la estrella amarilla de David era la insignia que debían llevar obligatoriamente los judíos, los Testigos fueron obligados a portar un triángulo púrpura que los identificaba, tanto dentro de los campos de concentración como fuera de ellos.
Desde la asunción de Hitler, fueron acusados de participar en una conspiración mundial contra el Reich junto con judíos y comunistas. Por ello, en abril de 1933 -a un mes de la instauración del Reich- se proscribieron todas sus publicaciones, a la vez que las tropas de asalto (SA) y la policía realizaron el primer allanamiento del local "Watch Tower" en Magdeburgo. También se prohibieron sus reuniones y la predicación "de casa en casa".
Eran continuos los ataques a través de la prensa, vejaciones a sus hogares y humillaciones a sus creencias, ya que identificarse como Testigo de Jehová estaba considerado como "actuar en contra de los intereses nacionales".
Ante esta situación, el 25 de junio de 1933, 25.000 Bibelforscher iniciaron una asamblea en Berlín donde expusieron su posición de neutralidad y reclamaron su derecho a beneficiarse de la libertad religiosa y de pensamiento, en una proclama de la que se distribuyeron 2.000.000 de copias. Ello derivó en el envío de algunos de ellos a prisiones, campos de trabajos forzados y de concentración.
A partir de fines de 1933 comenzaron a recibir sanciones económicas y sociales: pérdida de fuentes de trabajo, boicot a sus negocios, confiscación de su dinero. Los niños eran perseguidos en los colegios: la Gestapo separó a más de 900 de ellos de sus padres y los enviaron a reformatorios que eran prácticamente una prisión.
El 1° de abril de 1935, a los testigos de Jehová de toda Alemania se les negaron los puestos de trabajo relacionados con servicios civiles y se les confiscaron las pensiones y los subsidios de desempleo. Estar casado con uno de ellos constituía motivo legal suficiente para el divorcio.
El 4 de marzo de 1936 la Gestapo dictó órdenes de arresto para todos los testigos, lo que ocasionó que pasasen a la clandestinidad, y que varios miles fueran enviados a campos de concentración. El 24 de junio de ese año, la policía secreta creó una unidad especial para perseguirlos.
Frente a la adversidad, los Bibelforscher buscaron formas ingeniosas de llegar al público. La prensa nazi se quejaba de un instrumento de los Testigos para la predicación: unos discos de fabricación especial que proclamaban su mensaje audazmente. Algunos de ellos entraban clandestinamente desde Suiza y otros se fabricaban en la misma Alemania.
En ese mismo año en una asamblea en Lucerna, Suiza, los testigos adoptaron una resolución de denuncia de la persecución nazi, de la cual se difundieron 200.000 copias. Los nazis negaron esa resolución, ante lo cual los hombres de fe formularon una carta abierta denunciando palizas y asesinatos perpetrados por la Gestapo el 30 de junio de 1937, que incluía lugares y fechas.
En marzo de 1938 los llamados "objetores de conciencia" pasarían a la clandestinidad de un país a otro, lo que los impulsó a armar sus propias redes de comunicación para poder difundir su mensaje a través de publicaciones como la "Atalaya", que llegaban inclusive hasta los campos de concentración. Hasta alcanzaron a tener una imprenta propia en el campo de Wewelsburgo, que se convirtió en una fuente de denuncia hasta que los nazis la descubrieron y la cerraron.
En 1938 los testigos editaron el libro Cruzada contra el Cristianismo en alemán, francés y polaco, donde se detallaba lo que ocurría en los campos. Al respecto, el escritor Tomas Mann, premio Nobel de Literatura, exiliado en Suiza escribió: "He leído con profunda emoción el libro y su sobrecogedora documentación. Ustedes han cumplido con su deber al publicarlo y sacar a la luz pública estos hechos. En mi opinión no existe un llamamiento mayor a la conciencia del mundo".
El 2 de octubre de 1938 Judge Rutherfor, presidente de la Watch Tower, pronunció un discurso que se emitió por más de 60 radios de todo el mundo, titulado "Fascismo o Libertad". En él denunció los crueles ataques contra los judíos en la noche de los cristales. Después de este suceso, cuando 20.000 judíos fueran llevados a campos de concentración, varias revistas de los testigos expresaban: "cómo puede uno permanecer callado".
El 17 de octubre de 1939 el diario New York Times informó sobre la primera ejecución de una persona por negarse a hacer el servicio militar: se trataba de August Dickmann, de 20 años. El objetor de conciencia fue fusilado en el campo de concentración de Sachsenhausen, a fin de presionar a los testigos para que firmaran la aceptación de ser ciudadanos alemanes y se enrolaran en las filas del ejército. Pero nadie accedió.
En ese sentido, el conocido pastor protestante Martín Neumayer -que también estuvo preso- les destinó en una de sus reuniones un especial reconocimiento: "Miles y Miles de testigos han sido recluidos en campos de concentración y han muerto por negarse a ir a la guerra y no estar dispuestos a tomar las armas para asesinar a sus semejantes".
Antes de la Segunda Guerra Mundial los prisioneros de esta fe componían entre el 5 y el 10 por ciento de la población de los campos, una proporción que disminuyó rápidamente con el comienzo de la guerra y las masivas deportaciones de judíos, polacos y otros grupos.
Diversos testimonios evidencian que la vida de los testigos en esos sitios de cautiverio masivo consistía en mantenerse unidos, rezar, difundir su mensaje e intentar contener y dar fe a otros prisioneros. Aun en los sitios más hostiles, seguían introduciendo la Biblia, trasladándola de un lugar a otro.
Si bien los historiadores y los grandes especialistas en el Holocausto conocen del martirio de los Bibelforschers, esta historia permaneció durante muchos años prácticamente desconocida por la mayoría de las sociedades.
En los últimos años, una exposición itinerante recorrió varios países del mundo: "Memoria de un Testimonio, 1933-1945", organizada por el Círculo Europeo de Antiguos Deportados e Internados Testigos de Jehová. Y, además, han escrito algunos libros y realizado videos educativos. Porque los ya ancianos sobrevivientes no quieren morir sin contarle al mundo que fueron obligados a portar aquel triángulo púrpura, las persecuciones que sufrieron, su resistencia, y la historia de los hermanos que murieron por no traicionar su fe.
Por Gustavo Efron y Darío Brenman Los autores son investigadores del Centro de Estudios Sociales de la DAIA.
Porque han tachado toda la información, yo quería ver el caso de August Dickmann. Y TODA LA INFORMACION ESTA TACHADA
Porque han tachado toda la información, yo quería ver el caso de August Dickmann. Y TODA LA INFORMACION ESTA TACHADA