HABEIS VISTO ALGUNA CRITICA DE BAHIA DE COCHINOS (ex-tj) O DEL JETAHUEKA O DEL LAVASORI A SUS AMIGOS CULTOS, CATOLICOS E IDOLATRAS CON QUIENES TANTO COMULGAN ESTAS RATAS... NOOOOOO... SON RATAS DE LA MISMA CLOACA... EMPEZANDO POR LA MAS GRANDE RATA DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD... RAT-ZINGER Z-.- JAJJAJAJAJAJJAJAJ
ESTAS NOTICIAS USTED NO LAS VERA RETRATADAS EN LOS BLOGS, FOROS O CANALES DE YOUTUBE DE LA APESTASIA VIRTUAL... ¿¿¿POR QUE???... JAJJAJAJJAA... NO HAY QUE SER UN GENIO PARA SABERLO...
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/06/01/actualidad/1338586399_197021.html
Nido de cuervos en el Vaticano
La detención del mayordomo del Papa ha dejado al descubierto una guerra de poder en el Vaticano. El cardenal Bertone ha enviado al exilio a algunos de sus colaboradores más queridos. Benedicto XVI trata de obtener una tregua, pero la lucha es encarnizada
En esta historia llena de traición, malas artes, soldados del
Altísimo que luchan por el poder con armas del demonio, un mayordomo
ladrón, un Papa enfermo y un banco que usa el nombre de Dios en vano,
tal vez el único hombre bueno sea el padre George.
George Gänswein es alemán, tiene 57 años, 1.80 de estatura, cuerpo de atleta, pelo rubio, ojos claros. Desde hace nueve años es el secretario personal de Joseph Ratzinger y, desde hace algunos meses, su único antídoto contra el aire envenenado del Vaticano. Un día no muy lejano, a su número de fax —al alcance de muy pocos— llegó una carta muy comprometedora dirigida al Papa. Después de que Benedicto XVI la leyese, monseñor Gänswein decidió guardarla en su pequeña oficina situada dentro del apartamento papal. No convenía que aquella misiva anduviese danzando por un Vaticano convertido en campo de batalla. Por eso, cuando el padre George la vio publicada en un libro junto a decenas de documentos secretos, supo enseguida que el traidor, el cuervo, el topo, tenía que ser alguien muy cercano. Alguien de la familia.
Así se les llama intramuros. La familia pontificia. La familia del Papa. Los habitantes del Apartamento —así, con A mayúscula, lo escriben en el Vaticano—en el que Joseph Ratzinger, más casero que su antecesor, el muy viajero Karol Wojtila, pasa la mayor parte del día. Además del padre George y del otro secretario, el sacerdote maltés Alfred Xuereb, “la familia del Papa” está compuesta por cuatro laicas consagradas —Carmela, Loredana, Cristina y Rosella—, una monja que le ayuda en los trabajos de estudio y escritura, sor Birgit Wansing, y un asistente de cámara, Paolo Gabriele, su fiel Paoletto, el primero que desde hace seis años le da los buenos días, lo ayuda a vestirse y a celebrar la misa, lo acompaña en todas las audiencias públicas y privadas, le sirve el café del desayuno, el vino de la comida y la infusión de la tarde, lo acompaña en sus paseos por el jardín de la azotea y, al caer la noche, le ayuda a desvestirse para irse a la cama.
—Buenas noches, Santidad.
La noche del martes 22 de mayo es la última que Paolo Gabriel, de 46 años, casado y con tres hijos, en posesión de la doble ciudadanía italiana y vaticana, acompaña al Papa. Al día siguiente, la Gendarmería del Vaticano se presenta en su casa de Vía de Porta Angelica, sobre el mismo muro que separa los dos Estados, y lo detiene. El secreto se mantiene dos días. El viernes 25, la noticia se filtra: detenido el mayordomo del Papa por desvelar y difundir documentos secretos. Los periodistas buscan imágenes del cuervo o traidor. No les resulta difícil encontrarlas. Basta con mirar las fotos del papamóvil. Junto al chófer, siempre con gesto serio, aparece Paolo Gabriel. Detrás, de pie, impartiendo bendiciones, el Papa, y en el último asiento, sonriente, el padre George…
Si no fuera por su físico —la revista Vanity Fair lo llegó a llamar
monseñor George Clooney—, el teólogo alemán sería un perfecto
desconocido. Hasta hace unos meses, George Gänswein ejecutaba en
exclusiva su papel de discreto ayudante de Joseph Ratzinger, su sombra
desde que, en 1996, el entonces cardenal prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición, lo llamara a su lado.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el padre George no ha tenido
más remedio que desempeñar un papel más delicado: el de pasadizo secreto
para ver al Papa. A sus 85 años, Benedicto XVI vive aislado en su
apartamento, acorralado por las luchas entre los cardenales que tratan
de ganar poder antes de la celebración del próximo cónclave. Ratzinger
es un hombre anciano y enfermo, pero sobre todo es un hombre solo. Su
viejo amigo y teórica mano derecha, Tarcisio Bertone, el secretario de
Estado del Vaticano, se ha ido alejando de él y, al tiempo, se ha
convertido en el enemigo a batir por el resto de los cardenales
italianos. Lo acusan de una ambición desmedida, de relaciones peligrosas
con los poderes fuertes italianos, incluso de dejarse influir por
“ambientes masónicos”. El Papa, que en los últimos tiempos ha observado
con tristeza cómo el cardenal Bertone ha despedido o enviado al exilio a
algunos de sus colaboradores más queridos, siempre responde con la
misma frase a quien le aconseja cambiar de secretario de Estado: “Ya soy
un Papa viejo…”. Trata de obtener una tregua, pero el resultado es el
contrario. La lucha es cada vez más encarnizada. Bertone se radicaliza y
sus enemigos tampoco descansan. Sentado junto al fax del Apartamento,
el padre George sigue recibiendo cartas espeluznantes dirigidas a
Benedicto XVI.
Joseph Ratzinger no se parece en nada a Karol Wojtila. Bien es cierto que los unía una gran amistad y que Juan Pablo II se apoyó en el cardenal alemán hasta su muerte. El polaco era luminoso, cordial, infatigable. Se pasaba el día estrechando manos, sonriendo, recorriendo el mundo. Hasta el punto que, todavía hoy, cuando uno pasea por el centro de Roma, da la impresión de que el Papa sigue siendo el polaco, porque son sus postales las más presentes, las que más se venden. No era difícil, por tanto, hablar con Juan Pablo II, hacerle pasar un mensaje. A Benedicto XVI, en cambio, no le apasionan las relaciones humanas. Es tímido, aunque cordial, concienzudo, paciente, amante de la lectura, más pendiente de los asuntos del cielo que de los de la tierra. De hecho, solo algunos cardenales escogidos —Ruini, Scola, Bagnasco— han logrado mostrarle personalmente su opinión desfavorable a Bertone. Sucedió hace un año, durante un almuerzo en el palacio de Castel Gandolfo, la residencia veraniega del Papa. El resto se tiene que conformar con utilizar un canal. El del fax del padre George Gaenswein…
Un canal que, desde el pasado verano, deja de ser seguro. El primer
golpe llega con la divulgación, a través de un programa de televisión,
de una carta del arzobispo Carlo Maria Viganò, actual nuncio en Estados
Unidos, en la que le cuenta al Papa diversos casos de corrupción dentro
del Vaticano y le pide no ser removido de su cargo como secretario
general del Governatorato —el departamento que se encarga de
licitaciones y abastecimientos—. Viganò, sin embargo, es enviado lejos
de Roma por el secretario de Estado, Tarcisio Bertone. Distintas fuentes
aseguran que el Papa llegó a llorar con aquella decisión, pero no se
atrevió a contradecir a Bertone. La segunda filtración destapa un
supuesto compló para matar al Pontífice. Se trata de una carta muy
reciente enviada a Benedicto XVI por el cardenal colombiano Darío
Castrillón Hoyos en la que le cuenta que el cardenal italiano Paolo
Romeo, arzobispo de Palermo (Sicilia), acaba de realizar un viaje a
China durante el cual habría comentado: “El Papa morirá en 12 meses”.
Pero no solo eso. Según la carta del obispo colombiano, escrita en
alemán y bajo el sello de “estrictamente confidencial”, el arzobispo de
Palermo se ha despachado a gusto en el país asiático contando supuestos
secretos del Vaticano tales como que el Papa y su número dos, Tarcisio
Bertone, se llevan a matar y que Benedicto XVI está dejando todo atado y
bien atado para que su sucesor al frente de la Iglesia sea el actual
arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola. Aquellas filtraciones de
documentos, aunque todavía con cuentagotas, conmocionan al Vaticano. Su
portavoz, el padre Federico Lombardi, llega a admitir que la Iglesia
está sufriendo su particular Vaticanleaks. L'Osservatore romano publica
un editorial en el que se describe la situación de Benedicto XVI: un
pastor rodeado por lobos.
Paolo Gabriele, mientras tanto, sigue llegando cada día a las seis de la mañana al Apartamento para despertar al Papa. Es un privilegiado. Todos los trabajadores del Vaticano lo son. No ganan un gran sueldo, pero forman parte de la plantilla de una empresa con 20 siglos de antigüedad, que difícilmente irá a la quiebra, con prestigio social en la ciudad de Roma y una serie de ventajas —vivienda dentro de las 40 hectáreas del Vaticano, gasolina muy barata— que en la mayoría de los casos heredan sus hijos. La tormenta que esos días —finales de 2011— azota a la Iglesia amainará. Como siempre por los siglos de los siglos. Hay una anécdota muy representativa. Hace unos años, un periodista español le preguntó a un cardenal por un conflicto en el seno de la Iglesia. El purpurado, muy serio, inició así su respuesta: “Ya tuvimos ese problema en el siglo XIII…”.
La respuesta, aun con otras palabras, sigue siendo la misma, incluso
la más común durante los días posteriores a la detención de Paoletto:
“Ya tuvimos problemas parecidos, e incluso mayores, y siempre salimos
adelante. Tal vez lo que ahora cambie es la velocidad y la magnitud en
la difusión de la noticia. Eso, y no su gravedad, es lo que agranda el
problema”. Un problema, una guerra de poder, puramente italiana. Tanto
los apellidos que ilustran esta historia de intrigas y golpes bajos como
las armas elegidas para el duelo tienen denominación de origen. “Un
típico juego italiano”, lo califican algunos medios de información. Hay,
además, una razón de peso para que sea así. La silla de Pedro lleva
siendo ocupada por un extranjero desde 1978. A un Papa polaco (Juan
Pablo II, desde 1978 a 2005) lo sucedió un Papa alemán (Benedicto XVI,
desde entonces a hoy) y, si los cardenales italianos menores de 80 años
—los únicos que pueden participar en el cónclave— no andan espabilados,
pueden perder una oportunidad de oro. A día de hoy, los purpurados
electores son 122. Italianos, 30 (menos de un cuarto), estadounidenses,
11, y alemanes, 6. Si cuando Joseph Ratzinger muera, o dimita, no le
sucede un italiano, la próxima vez será más difícil.
Antes incluso del escándalo, ya era patente el excesivo peso de la Iglesia italiana en el Vaticano. Prácticamente todos los cargos de responsabilidad relacionados con las finanzas están en manos italianas, aunque sean norteamericanos y alemanes los mayores contribuyentes. De igual forma, aunque América, Asia y África sean ya más el presente que el futuro de la Iglesia católica, en el último consistorio, celebrado el 18 de febrero pasado, no fue nombrado cardenal ningún africano y solo un latinoamericano. Hace unos días, un alto representante del Vaticano manifestaba su contrariedad: “En América Latina está ya el 47% de los católicos del mundo. Allí las iglesias están llenas y en Europa vacías, pero al Vaticano les sigue costando mucho nombrar cardenales que no sean europeos…”. Miloslav Vlk, cardenal de Praga y portavoz de la Iglesia Internacional, lo dice sin tapujos: “Tal vez hemos perdido el impulso que nos dio Pablo VI y Juan Pablo II y luego recogido por Benedicto XVI: una Iglesia que se abra al mundo, un colegio cardenalicio y una Curia más internacional y por tanto más capaz de escuchar las voces y recoger la energía que llegan también de lejos”.
La detención del mayordomo se produce unas horas después de otro hecho muy grave. El despido fulminante de Ettore Gotti Tedeschi, presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano. La primera explicación habla de “irregularidades en su gestión”, pero enseguida el tono va subiendo hasta llegar casi al linchamiento. La primera explicación oficial achaca al economista, de 67 años, “no haber desarrollado funciones de primera importancia para su cargo”. Lo cierto es que la Banca del Vaticano está siendo sometida desde el pasado septiembre a una investigación judicial por supuesta violación de las normas contra el blanqueo de capitales. Además de a Gotti Tedeschi —presidente también del Santander Consumer Bank, la filial italiana del Banco Santander—, la fiscalía investiga al director general del IOR, Paolo Cipriani. El directivo depurado se muestra enfurecido en sus declaraciones a la prensa: “Prefiero no hablar. Si lo hiciera, solo diría palabras feas. Me debato entre el ansia de explicar la verdad y no querer turbar al Santo Padre con tales explicaciones”. Tedeschi es de los pocos que guarda fidelidad al Papa. De hecho, fue el propio Joseph Ratzinger quien se lo recomendó a Bertone. Eran más que viejos amigos. El economista, miembro del Opus Dei, había colaborado con el Papa en la encíclica Caritas in veritate. Ahora la colaboración que le pedía era más terrenal y, por tanto, más difícil: rescatar de las manos del demonio las cuentas de Dios. Limpiar el Banco del Vaticano. Bertone y Tedeschi chocan. Trasciende que desde hace tiempo no se hablan. El economista amigo del Papa amenaza con dimitir. El secretario de Estado se le adelanta. Lo despide. Pero no se contenta con eso. En plena guerra de filtraciones, aparece un documento en el que se vapulea al ya ex presidente…
El asunto queda en segundo lugar. Toda la atención está ahora puesta
en la suerte de Paolo Gabriele. La primera pregunta es: ¿por qué lo
hizo? La segunda: ¿para quién? Roma es tomada por una banda de cuervos
anónimos que se dicen compañeros de Paoletto, una especie de cruzada
contra los asuntos turbios del Vaticano. “Paoletto no está solo”,
aseguran, “somos muchos, incluso muy arriba. Queremos defender al Papa,
denunciar la corrupción, hacer limpieza en el Vaticano”. Las voces
anónimas confirman lo que ya se sabía —el Vaticano es desde hace meses
un campo de batalla entre distintas facciones que luchan por el poder—,
pero sus teóricas intenciones son difíciles de creer. Tan increíbles
como algunos de los detalles de la operación: al frente estaría una
mujer y la tropa estaría formada por una pléyade de vengadores, desde
cardenales a mayordomos, incluido un pirata informático. Su principal
objetivo: proteger al Papa de Tarcisio Bertone.
Después de muchos días en silencio, el Papa habla. Pero no dice nada. Se remonta 20 siglos atrás para recordar que Jesús también fue traicionado. Acusa a los medios de comunicación de magnificar el problema y confirma a todos sus colaboradores —Tarcisio Bertone incluido— en sus puestos. Los muros del Vaticano se cierran aún más. El misterio, siempre presente en las historias religiosas y laicas de Roma, lo envuelve todo. ¿Ha hablado ya Paoletto? ¿Ha dicho si robó la correspondencia del Papa por su cuenta o por encargo? Tal vez sea el padre George, sentado junto a su fax, el único que sabe la verdad, tal vez el único que cumple su función de proteger al Papa. O tal vez no. Si en algo coinciden creyentes y descreídos de un lado y otro del Tíber es que, como es habitual en los asuntos que conciernen al Vaticano, jamás se sabrá la verdad. Nunca se conocerá el verdadero jefe de Paolo Gabriele, la identidad del cuervo vestido de púrpura. La Iglesia católica, que necesita de la fe para seguir existiendo, sigue sintiéndose cómoda en la oscuridad. “Ya tuvimos ese problema en el siglo XIII…”. En su primera encíclica —Deus caritas est (2005)—- Benedicto XVI citaba una frase de San Agustín que ahora suena profética:
—”Sin justicia, ¿qué son los reinos sino una gran banda de ladrones?”
http://elpais.com/diario/2010/04/14/opinion/1271196013_850215.html
George Gänswein es alemán, tiene 57 años, 1.80 de estatura, cuerpo de atleta, pelo rubio, ojos claros. Desde hace nueve años es el secretario personal de Joseph Ratzinger y, desde hace algunos meses, su único antídoto contra el aire envenenado del Vaticano. Un día no muy lejano, a su número de fax —al alcance de muy pocos— llegó una carta muy comprometedora dirigida al Papa. Después de que Benedicto XVI la leyese, monseñor Gänswein decidió guardarla en su pequeña oficina situada dentro del apartamento papal. No convenía que aquella misiva anduviese danzando por un Vaticano convertido en campo de batalla. Por eso, cuando el padre George la vio publicada en un libro junto a decenas de documentos secretos, supo enseguida que el traidor, el cuervo, el topo, tenía que ser alguien muy cercano. Alguien de la familia.
Así se les llama intramuros. La familia pontificia. La familia del Papa. Los habitantes del Apartamento —así, con A mayúscula, lo escriben en el Vaticano—en el que Joseph Ratzinger, más casero que su antecesor, el muy viajero Karol Wojtila, pasa la mayor parte del día. Además del padre George y del otro secretario, el sacerdote maltés Alfred Xuereb, “la familia del Papa” está compuesta por cuatro laicas consagradas —Carmela, Loredana, Cristina y Rosella—, una monja que le ayuda en los trabajos de estudio y escritura, sor Birgit Wansing, y un asistente de cámara, Paolo Gabriele, su fiel Paoletto, el primero que desde hace seis años le da los buenos días, lo ayuda a vestirse y a celebrar la misa, lo acompaña en todas las audiencias públicas y privadas, le sirve el café del desayuno, el vino de la comida y la infusión de la tarde, lo acompaña en sus paseos por el jardín de la azotea y, al caer la noche, le ayuda a desvestirse para irse a la cama.
Los cardenales acusan al secretario de Estado de ambición desmedida y de dejarse influir por “ambientes masónicos”
La noche del martes 22 de mayo es la última que Paolo Gabriel, de 46 años, casado y con tres hijos, en posesión de la doble ciudadanía italiana y vaticana, acompaña al Papa. Al día siguiente, la Gendarmería del Vaticano se presenta en su casa de Vía de Porta Angelica, sobre el mismo muro que separa los dos Estados, y lo detiene. El secreto se mantiene dos días. El viernes 25, la noticia se filtra: detenido el mayordomo del Papa por desvelar y difundir documentos secretos. Los periodistas buscan imágenes del cuervo o traidor. No les resulta difícil encontrarlas. Basta con mirar las fotos del papamóvil. Junto al chófer, siempre con gesto serio, aparece Paolo Gabriel. Detrás, de pie, impartiendo bendiciones, el Papa, y en el último asiento, sonriente, el padre George…
Según una carta secreta, Benedicto XVI está dejando todo atado para que su sucesor sea el arzobispo de Milán
Joseph Ratzinger no se parece en nada a Karol Wojtila. Bien es cierto que los unía una gran amistad y que Juan Pablo II se apoyó en el cardenal alemán hasta su muerte. El polaco era luminoso, cordial, infatigable. Se pasaba el día estrechando manos, sonriendo, recorriendo el mundo. Hasta el punto que, todavía hoy, cuando uno pasea por el centro de Roma, da la impresión de que el Papa sigue siendo el polaco, porque son sus postales las más presentes, las que más se venden. No era difícil, por tanto, hablar con Juan Pablo II, hacerle pasar un mensaje. A Benedicto XVI, en cambio, no le apasionan las relaciones humanas. Es tímido, aunque cordial, concienzudo, paciente, amante de la lectura, más pendiente de los asuntos del cielo que de los de la tierra. De hecho, solo algunos cardenales escogidos —Ruini, Scola, Bagnasco— han logrado mostrarle personalmente su opinión desfavorable a Bertone. Sucedió hace un año, durante un almuerzo en el palacio de Castel Gandolfo, la residencia veraniega del Papa. El resto se tiene que conformar con utilizar un canal. El del fax del padre George Gaenswein…
Los cargos financieros están en manos italianas, pese a que los norteamericanos son los mayores contribuyentes
Paolo Gabriele, mientras tanto, sigue llegando cada día a las seis de la mañana al Apartamento para despertar al Papa. Es un privilegiado. Todos los trabajadores del Vaticano lo son. No ganan un gran sueldo, pero forman parte de la plantilla de una empresa con 20 siglos de antigüedad, que difícilmente irá a la quiebra, con prestigio social en la ciudad de Roma y una serie de ventajas —vivienda dentro de las 40 hectáreas del Vaticano, gasolina muy barata— que en la mayoría de los casos heredan sus hijos. La tormenta que esos días —finales de 2011— azota a la Iglesia amainará. Como siempre por los siglos de los siglos. Hay una anécdota muy representativa. Hace unos años, un periodista español le preguntó a un cardenal por un conflicto en el seno de la Iglesia. El purpurado, muy serio, inició así su respuesta: “Ya tuvimos ese problema en el siglo XIII…”.
La Banca del Vaticano está siendo sometida a una investigación por supuesta violación de normas antiblanqueo
Antes incluso del escándalo, ya era patente el excesivo peso de la Iglesia italiana en el Vaticano. Prácticamente todos los cargos de responsabilidad relacionados con las finanzas están en manos italianas, aunque sean norteamericanos y alemanes los mayores contribuyentes. De igual forma, aunque América, Asia y África sean ya más el presente que el futuro de la Iglesia católica, en el último consistorio, celebrado el 18 de febrero pasado, no fue nombrado cardenal ningún africano y solo un latinoamericano. Hace unos días, un alto representante del Vaticano manifestaba su contrariedad: “En América Latina está ya el 47% de los católicos del mundo. Allí las iglesias están llenas y en Europa vacías, pero al Vaticano les sigue costando mucho nombrar cardenales que no sean europeos…”. Miloslav Vlk, cardenal de Praga y portavoz de la Iglesia Internacional, lo dice sin tapujos: “Tal vez hemos perdido el impulso que nos dio Pablo VI y Juan Pablo II y luego recogido por Benedicto XVI: una Iglesia que se abra al mundo, un colegio cardenalicio y una Curia más internacional y por tanto más capaz de escuchar las voces y recoger la energía que llegan también de lejos”.
La detención del mayordomo se produce unas horas después de otro hecho muy grave. El despido fulminante de Ettore Gotti Tedeschi, presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano. La primera explicación habla de “irregularidades en su gestión”, pero enseguida el tono va subiendo hasta llegar casi al linchamiento. La primera explicación oficial achaca al economista, de 67 años, “no haber desarrollado funciones de primera importancia para su cargo”. Lo cierto es que la Banca del Vaticano está siendo sometida desde el pasado septiembre a una investigación judicial por supuesta violación de las normas contra el blanqueo de capitales. Además de a Gotti Tedeschi —presidente también del Santander Consumer Bank, la filial italiana del Banco Santander—, la fiscalía investiga al director general del IOR, Paolo Cipriani. El directivo depurado se muestra enfurecido en sus declaraciones a la prensa: “Prefiero no hablar. Si lo hiciera, solo diría palabras feas. Me debato entre el ansia de explicar la verdad y no querer turbar al Santo Padre con tales explicaciones”. Tedeschi es de los pocos que guarda fidelidad al Papa. De hecho, fue el propio Joseph Ratzinger quien se lo recomendó a Bertone. Eran más que viejos amigos. El economista, miembro del Opus Dei, había colaborado con el Papa en la encíclica Caritas in veritate. Ahora la colaboración que le pedía era más terrenal y, por tanto, más difícil: rescatar de las manos del demonio las cuentas de Dios. Limpiar el Banco del Vaticano. Bertone y Tedeschi chocan. Trasciende que desde hace tiempo no se hablan. El economista amigo del Papa amenaza con dimitir. El secretario de Estado se le adelanta. Lo despide. Pero no se contenta con eso. En plena guerra de filtraciones, aparece un documento en el que se vapulea al ya ex presidente…
Como es habitual en los asuntos que conciernen al Vaticano, jamás se sabrá quién es el cuervo vestido de púrpura
Después de muchos días en silencio, el Papa habla. Pero no dice nada. Se remonta 20 siglos atrás para recordar que Jesús también fue traicionado. Acusa a los medios de comunicación de magnificar el problema y confirma a todos sus colaboradores —Tarcisio Bertone incluido— en sus puestos. Los muros del Vaticano se cierran aún más. El misterio, siempre presente en las historias religiosas y laicas de Roma, lo envuelve todo. ¿Ha hablado ya Paoletto? ¿Ha dicho si robó la correspondencia del Papa por su cuenta o por encargo? Tal vez sea el padre George, sentado junto a su fax, el único que sabe la verdad, tal vez el único que cumple su función de proteger al Papa. O tal vez no. Si en algo coinciden creyentes y descreídos de un lado y otro del Tíber es que, como es habitual en los asuntos que conciernen al Vaticano, jamás se sabrá la verdad. Nunca se conocerá el verdadero jefe de Paolo Gabriele, la identidad del cuervo vestido de púrpura. La Iglesia católica, que necesita de la fe para seguir existiendo, sigue sintiéndose cómoda en la oscuridad. “Ya tuvimos ese problema en el siglo XIII…”. En su primera encíclica —Deus caritas est (2005)—- Benedicto XVI citaba una frase de San Agustín que ahora suena profética:
—”Sin justicia, ¿qué son los reinos sino una gran banda de ladrones?”
Del veneno de los Borgia al pederasta Maciel
LOLA GALÁN
¿Cuervos en el Vaticano? ¿Maledicencia y cuentas pendientes
solventadas en los medios de comunicación? Peccata minuta frente al
historial de escándalos del Estado pontificio, un territorio de apenas
medio kilómetro cuadrado donde las luchas de poder y la ambición sin
límites han creado un microclima insano durante siglos. No hay que
retrotraerse a los tiempos de los Borgia (convertidos con fama de
envenenadores en chivos expiatorios de toda la depravación del
Renacimiento italiano), para encontrar episodios sombríos en este
supuesto centro de la espiritualidad cristiana. El 28 de septiembre de
1978 moría a los 65 años Juan Pablo I, el italiano Albino Luciani, a los
33 días de ser elegido Papa. Oficialmente, murió de un infarto, pero el
cadáver de un pontífice no es sometido nunca a autopsia. Las teorías
conspirativas se dispararon, hasta alcanzar al obispo Paul Marcinkus,
responsable entonces del IOR (Instituto de Obras de Religión), la banca
vaticana. ¿Se había negado Juan Pablo I a tapar el escándalo que
sobrevolaba las finanzas vaticanas? Los datos que se conocen hacen poco
plausible esta hipótesis, pero es cierto que Marcinkus, un fornido
prelado estadounidense, de origen lituano, que se había convertido en la
sombra de Pablo VI, tenía motivos para lamentar la muerte de este. Su
relación con Michele Sindona, un banquero ligado a la Mafia, desató las
sospechas sobre el manejo de dinero ilícito procedente de Estados
Unidos. El escándalo estalló en 1982, con la bancarrota fraudulenta del
Banco Ambrosiano, una institución católica de la que el Banco Vaticano
era principal accionista. La Santa Sede aceptó pagar millones de dólares
en compensaciones a entidades extranjeras afectadas por el hundimiento
del Ambrosiano. Roberto Calvi, presidente del banco, y Sindona, optaron,
supuestamente, por suicidarse. Marcinkus encontró, sin embargo, la
protección de Juan Pablo II, sucesor del papa Luciani, que lo mantuvo en
el cargo hasta 1989. Un año antes de que se consumara la bancarrota del
Ambrosiano, el Papa polaco sufrió un atentado gravísimo, que las
sucesivas investigaciones judiciales, y el posterior juicio no han
logrado esclarecer del todo. Otro tanto puede decirse del asesinato, a
manos de uno de los guardias suizos, del comandante de esta histórica
tropa papal, Alois Estermann, el mismo día en que era confirmado en su
puesto, en mayo de 1998. El Vaticano manejó mejor este asunto explosivo,
pero tampoco logró evitar la gigantesca rumorología en torno a él. Eran
años en los que Juan Pablo II viajaba por el mundo y recibía en el
Vaticano, como a un amigo personal, al sacerdote Marcial Maciel,
fundador de los Legionarios de Cristo, una comunidad de religiosos con
enorme desarrollo y predicamento en México y otros países. Maciel era un
personaje influyente en los palacios vaticanos y uno de los más
queridos colaboradores del Papa. Con gran discreción, aportaba dinero a
las arcas, siempre exhaustas, de la Iglesia, y llenaba con multitudes
las ceremonias religiosas presididas por Wojtyla. Pero la conducta del
mexicano estaba ya en boca de todo el mundo. Numerosas denuncias de
exlegionarios lo describían como un sujeto cínico y amoral, y un
pedófilo desatado. Juan Pablo II se resistió hasta su muerte, en la
primavera de 2005, a que se tomaran medidas contra Maciel, que abandonó
un año antes su puesto al frente de los legionarios, y murió en 2008,
con 89 años, sin ser molestado por nadie. Joseph Ratzinger, que sucedió a
Wojtyla al frente de la Iglesia con la promesa de acabar con la
corrupción interna, archivó la investigación sobre Maciel. Pero a la
muerte del fundador quedó claro su historial sexual de un depravado sin
atenuantes.http://elpais.com/diario/2010/04/14/opinion/1271196013_850215.html
Tribuna:LA CUARTA PÁGINA
El Vaticano y la pedofilia
Wojtyla y Ratzinger impusieron que los crímenes de pedofilia fueran tratados como pecados o meros "delitos" de Derecho Canónico. Si la Iglesia quiere "limpiarse", el Papa debe derogar las leyes del secreto
PAOLO FLORES D'ARCAIS
14 ABR 2010
No podemos seguir ocultándonos detrás de un dedo. La cobertura que se
les ha facilitado durante décadas a miles de curas pedófilos, en casos
no denunciados ante las autoridades judiciales, pone directamente en
causa la responsabilidad de Joseph Ratzinger y de Karol Wojtyla. Si se
trata de responsabilidad moral o también jurídica no tardarán en
decidirlo algunos tribunales americanos. La responsabilidad moral queda
en evidencia, en todo caso, por los propios documentos que L'Osservatore Romano (órgano de la Santa Sede) volvió a publicar hace unos días.
Nos referimos a la responsabilidad de los dos pontífices en todos los delitos de pedofilia eclesiástica que no han sido denunciados ante los tribunales estatales. El punto crucial es, efectivamente, éste: el Sumo Pontífice y el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe impusieron una obligación taxativa a todos los obispos, sacerdotes, personal auxiliar, etcétera, para que no llegara a las autoridades civiles nada de lo que tuviera que ver con casos de pedofilia eclesiástica.
La confesión tiene su origen en ellos mismos. L'Osservatore Romano ha vuelto a publicar el motu proprio
de Juan Pablo II, que reservaba al "Tribunal Apostólico de la
Congregación... los delitos contra la moral", es decir "los delitos
contra el sexto mandamiento del Decálogo cometidos por clérigos con
menores de edad inferior a los 18 años", y la "Instrucción" ejecutiva de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, con estas inderogables
disposiciones: "Cada vez que el ordinario o el superior tuvieran noticia
con cierta verosimilitud de un delito reservado, tras haber realizado
una indagación preliminar, la señalarán a la Congregación para la
Doctrina de la Fe".
Todas las notitiae criminis, en definitiva, debían afluir a los vértices. Papa y Prefecto informados de todo (es más, siendo los únicos en saberlo todo) son, exclusivamente, quienes tienen la primera y última palabra acerca de los procedimientos que se han de seguir. La "pena" máxima (casi nunca infligida) no va más allá de la reducción al estado laico del sacerdote. Por lo general, el castigo se limita a trasladar al sacerdote de una parroquia a otra. Donde, obviamente, reiterará su delito. "Pena" exclusivamente canónica, en todo caso. No ha de efectuarse denuncia alguna ante las autoridades civiles: "Las causas de esta clase quedan sujetas al secreto pontificio". ¿En qué consiste éste?
Hallamos la explicación en un documento vaticano de marzo de 1974, una "Instrucción" emanada por el entonces secretario de Estado, el cardenal Jean Villot, siguiendo la voluntad de Pablo VI. "En determinados asuntos de mayor importancia se requiere un particular secreto, que viene a ser llamado secreto pontificio y que ha de ser guardado con obligación grave... Quedan cubiertos por el secreto pontificio...". Y se enumeran a continuación numerosísimos casos, entre ellos la pedofilia eclesiástica. Más interesante aún resulta la minuciosa lista de personas que "tienen obligación de guardar el secreto pontificio": "Los cardenales, los obispos, los prelados superiores, los oficiales mayores y menores, los consultores, los expertos y el personal de rango inferior, los legados de la Santa Sede y sus subalternos", etcétera.
En definitiva, de forma exhaustiva, todo el mundo. La "suciedad" debe quedar en los "sótanos del Vaticano", inaccesible a la curiosidad excesivamente seglar de policías y jueces. La impunidad penal de los sacerdotes pedófilos queda garantizada. Es más, para alcanzar tal objetivo se exige un juramento de una solemnidad sobrecogedora. Reza la instrucción: "Aquellos que entren en posesión del secreto pontificio deberán prestar juramento con la siguiente fórmula: 'Yo... en presencia de..., tocando con mi propia mano los sacrosantos evangelios de Dios, prometo guardar fielmente el secreto pontificio... de manera que en modo alguno, bajo ningún pretexto, sea por un bien mayor, sea por motivo urgentísimo y gravísimo, me sea lícito violar el mencionado secreto... Que Dios me ayude y me ayuden estos santos evangelios suyos que toco con mi propia mano". Fórmula solemne y terrible, que nos exime de todo comentario.
Todas las Instrucciones mencionadas siguen aún en vigor. Frente a documentos ofíciales "expresivos" hasta tal extremo, provoca un notable desconcierto el que nadie exija explicaciones a las cúspides jerárquicas, el Papa y el Prefecto de la Congregación de la Fe, ante tanta evidente responsabilidad. Monseñor Bertone, en la época de la "Instrucción" de Ratzinger, obispo de Vercelli y secretario de la Congregación, en una entrevista de febrero de 2002 a la revista 30Giorni, al periodista que se hacía eco de las obvias preocupaciones de los ciudadanos diciéndole que "podría pensarse sin embargo que todo lo que se le dice fuera de la confesión no se acoge al secreto profesional de un sacerdote...", le contestaba desabridamente: "Si un fiel no tiene ya ni siquiera la posibilidad de confiarse libremente, fuera de la confesión, con un sacerdote... si un sacerdote no puede hacer lo mismo con su obispo porque tiene miedo de ser denunciado... eso querría decir que ya no existiría la libertad de conciencia". Libertad de conciencia, nada menos. Esa libertad de conciencia que el mundo moderno, gracias al heroísmo de tantos espíritus heréticos enviados puntualmente a la hoguera, consiguió imponer en contra la Iglesia, es invocada ahora para garantizar la impunidad a miles de curas pedófilos.
¿Qué sentido tiene, por lo tanto, seguir hablando de "zafia propaganda contra el Papa y los católicos" (L'Osservatore Romano), visto que son los propios documentos vaticanos los que desvelan la postura de acorazado rechazo frente a toda hipótesis de denuncia ante las autoridades judiciales seculares? Y téngase en cuenta que el "Motu proprio" y la "Instrucción" de 2001 marcan una fase considerada de mayor severidad de la Santa Madre Iglesia en relación con los sacerdotes pedófilos. No cuesta imaginar lo que ocurría antes.
El cardenal Sodano, decano del Sacro Colegio Cardenalicio, adopta el papel de la víctima: "La comunidad cristiana se siente herida con toda razón cuando se pretende involucrarla en bloque con las vicisitudes, tan graves como dolorosas, de algunos sacerdotes, transformando culpas y responsabilidades individuales en culpas colectivas con una arbitrariedad realmente incomprensible". No, vuestra eminencia, nadie pretende involucrar en bloque a la comunidad cristiana, la cuestión atañe sólo a la jerarquía de la Iglesia católica. Intentar corresponsabilizar a todos los fieles es "jugar sucio".
Pero volvamos a la cuestión crucial. Wojtyla y Ratzinger pretendieron e impusieron que los crímenes de pedofilia fueran tratados exclusivamente como pecados, en vez de como delitos, o a lo más como "delitos" de Derecho Canónico. Si el actual Pontífice ha entendido de verdad el alcance de la "suciedad" y la necesidad de combatirla puede demostrarlo de un modo muy sencillo: derogando inmediatamente con un "Motu proprio" las tristemente célebres "Instrucciones" que apelan al "secreto pontificio" y sustituyéndolas con la obligación de denunciar inmediatamente ante las autoridades judiciales cualquier caso. Y abriendo de par en par los archivos a todos los tribunales que lo soliciten, visto que algunos países han decidido plantear para la denuncia de estos crímenes una "moratoria" de un año con el fin de sustraer a la prescripción los casos antiguos.
Y con más razón si se considera que la jerarquía eclesiástica es la misma que pretende transformar en delitos, sancionados por las leyes del Estado, todo lo que considera pecado (aborto, eutanasia, control de la natalidad, etcétera), y que para muchos ciudadanos son únicamente derechos, por más que sean dolorosos.
Post scriptum:
Tras la redacción de este artículo, la oficina de prensa vaticana ha dado a conocer que desde el año 2003 existen nuevos procedimientos operativos, nunca hechos públicos y atribuibles al entonces cardenal Ratzinger, que se resumen en un texto de "líneas maestras" colgado en la página web de la Santa Sede, según el cual "siempre debe seguirse la ley civil en lo que atañe a la denuncia de los delitos ante las autoridades apropiadas". Estas "líneas maestras" son el texto más extravagante que ha producido nunca la Santa Sede. Texto anónimo y carente de fecha.
Y sobre todo: no se ha presentado nunca denuncia alguna. Si ese documento hubiera estado realmente operativo, la verdadera noticia sería que desde hace siete años todos los obispos del mundo desobedecen al Papa y a su Prefecto para la Congregación de la Defensa de la Fe. Una revelación digna del Premio Pulitzer.
Nos referimos a la responsabilidad de los dos pontífices en todos los delitos de pedofilia eclesiástica que no han sido denunciados ante los tribunales estatales. El punto crucial es, efectivamente, éste: el Sumo Pontífice y el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe impusieron una obligación taxativa a todos los obispos, sacerdotes, personal auxiliar, etcétera, para que no llegara a las autoridades civiles nada de lo que tuviera que ver con casos de pedofilia eclesiástica.
El texto recién colgado en la web de la Santa Sede es extravagante. De ser cierto, nunca ha sido operativo
Todas las notitiae criminis, en definitiva, debían afluir a los vértices. Papa y Prefecto informados de todo (es más, siendo los únicos en saberlo todo) son, exclusivamente, quienes tienen la primera y última palabra acerca de los procedimientos que se han de seguir. La "pena" máxima (casi nunca infligida) no va más allá de la reducción al estado laico del sacerdote. Por lo general, el castigo se limita a trasladar al sacerdote de una parroquia a otra. Donde, obviamente, reiterará su delito. "Pena" exclusivamente canónica, en todo caso. No ha de efectuarse denuncia alguna ante las autoridades civiles: "Las causas de esta clase quedan sujetas al secreto pontificio". ¿En qué consiste éste?
Hallamos la explicación en un documento vaticano de marzo de 1974, una "Instrucción" emanada por el entonces secretario de Estado, el cardenal Jean Villot, siguiendo la voluntad de Pablo VI. "En determinados asuntos de mayor importancia se requiere un particular secreto, que viene a ser llamado secreto pontificio y que ha de ser guardado con obligación grave... Quedan cubiertos por el secreto pontificio...". Y se enumeran a continuación numerosísimos casos, entre ellos la pedofilia eclesiástica. Más interesante aún resulta la minuciosa lista de personas que "tienen obligación de guardar el secreto pontificio": "Los cardenales, los obispos, los prelados superiores, los oficiales mayores y menores, los consultores, los expertos y el personal de rango inferior, los legados de la Santa Sede y sus subalternos", etcétera.
En definitiva, de forma exhaustiva, todo el mundo. La "suciedad" debe quedar en los "sótanos del Vaticano", inaccesible a la curiosidad excesivamente seglar de policías y jueces. La impunidad penal de los sacerdotes pedófilos queda garantizada. Es más, para alcanzar tal objetivo se exige un juramento de una solemnidad sobrecogedora. Reza la instrucción: "Aquellos que entren en posesión del secreto pontificio deberán prestar juramento con la siguiente fórmula: 'Yo... en presencia de..., tocando con mi propia mano los sacrosantos evangelios de Dios, prometo guardar fielmente el secreto pontificio... de manera que en modo alguno, bajo ningún pretexto, sea por un bien mayor, sea por motivo urgentísimo y gravísimo, me sea lícito violar el mencionado secreto... Que Dios me ayude y me ayuden estos santos evangelios suyos que toco con mi propia mano". Fórmula solemne y terrible, que nos exime de todo comentario.
Todas las Instrucciones mencionadas siguen aún en vigor. Frente a documentos ofíciales "expresivos" hasta tal extremo, provoca un notable desconcierto el que nadie exija explicaciones a las cúspides jerárquicas, el Papa y el Prefecto de la Congregación de la Fe, ante tanta evidente responsabilidad. Monseñor Bertone, en la época de la "Instrucción" de Ratzinger, obispo de Vercelli y secretario de la Congregación, en una entrevista de febrero de 2002 a la revista 30Giorni, al periodista que se hacía eco de las obvias preocupaciones de los ciudadanos diciéndole que "podría pensarse sin embargo que todo lo que se le dice fuera de la confesión no se acoge al secreto profesional de un sacerdote...", le contestaba desabridamente: "Si un fiel no tiene ya ni siquiera la posibilidad de confiarse libremente, fuera de la confesión, con un sacerdote... si un sacerdote no puede hacer lo mismo con su obispo porque tiene miedo de ser denunciado... eso querría decir que ya no existiría la libertad de conciencia". Libertad de conciencia, nada menos. Esa libertad de conciencia que el mundo moderno, gracias al heroísmo de tantos espíritus heréticos enviados puntualmente a la hoguera, consiguió imponer en contra la Iglesia, es invocada ahora para garantizar la impunidad a miles de curas pedófilos.
¿Qué sentido tiene, por lo tanto, seguir hablando de "zafia propaganda contra el Papa y los católicos" (L'Osservatore Romano), visto que son los propios documentos vaticanos los que desvelan la postura de acorazado rechazo frente a toda hipótesis de denuncia ante las autoridades judiciales seculares? Y téngase en cuenta que el "Motu proprio" y la "Instrucción" de 2001 marcan una fase considerada de mayor severidad de la Santa Madre Iglesia en relación con los sacerdotes pedófilos. No cuesta imaginar lo que ocurría antes.
El cardenal Sodano, decano del Sacro Colegio Cardenalicio, adopta el papel de la víctima: "La comunidad cristiana se siente herida con toda razón cuando se pretende involucrarla en bloque con las vicisitudes, tan graves como dolorosas, de algunos sacerdotes, transformando culpas y responsabilidades individuales en culpas colectivas con una arbitrariedad realmente incomprensible". No, vuestra eminencia, nadie pretende involucrar en bloque a la comunidad cristiana, la cuestión atañe sólo a la jerarquía de la Iglesia católica. Intentar corresponsabilizar a todos los fieles es "jugar sucio".
Pero volvamos a la cuestión crucial. Wojtyla y Ratzinger pretendieron e impusieron que los crímenes de pedofilia fueran tratados exclusivamente como pecados, en vez de como delitos, o a lo más como "delitos" de Derecho Canónico. Si el actual Pontífice ha entendido de verdad el alcance de la "suciedad" y la necesidad de combatirla puede demostrarlo de un modo muy sencillo: derogando inmediatamente con un "Motu proprio" las tristemente célebres "Instrucciones" que apelan al "secreto pontificio" y sustituyéndolas con la obligación de denunciar inmediatamente ante las autoridades judiciales cualquier caso. Y abriendo de par en par los archivos a todos los tribunales que lo soliciten, visto que algunos países han decidido plantear para la denuncia de estos crímenes una "moratoria" de un año con el fin de sustraer a la prescripción los casos antiguos.
Y con más razón si se considera que la jerarquía eclesiástica es la misma que pretende transformar en delitos, sancionados por las leyes del Estado, todo lo que considera pecado (aborto, eutanasia, control de la natalidad, etcétera), y que para muchos ciudadanos son únicamente derechos, por más que sean dolorosos.
Post scriptum:
Tras la redacción de este artículo, la oficina de prensa vaticana ha dado a conocer que desde el año 2003 existen nuevos procedimientos operativos, nunca hechos públicos y atribuibles al entonces cardenal Ratzinger, que se resumen en un texto de "líneas maestras" colgado en la página web de la Santa Sede, según el cual "siempre debe seguirse la ley civil en lo que atañe a la denuncia de los delitos ante las autoridades apropiadas". Estas "líneas maestras" son el texto más extravagante que ha producido nunca la Santa Sede. Texto anónimo y carente de fecha.
Y sobre todo: no se ha presentado nunca denuncia alguna. Si ese documento hubiera estado realmente operativo, la verdadera noticia sería que desde hace siete años todos los obispos del mundo desobedecen al Papa y a su Prefecto para la Congregación de la Defensa de la Fe. Una revelación digna del Premio Pulitzer.
Paolo Flores d'Arcais es filósofo y editor de la revista Micromega. Traducción de Carlos Gumpert.
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN AGO 23 2012
Versión Revisada
1.0
¡JUICIO AL VATICANO!
Tribunal Internacional Emite Orden de Arresto a Josef Ratzinger y Funcionarios de la Iglesia Católica por Pederastía, Pedofilia, Tráfico de Menores, Experimentación, Tortura e Infanticidio en el Mundo
-
Se anuncian arrestos ciudadanos masivos a todos los padres y sacerdotes católicos
-
LAS ESCUELAS NAZIS DE JOSEF RATZINGER EN CANADÁ
-
Genocidio y Exterminio masivo de indígenas en manos del Vaticano en Vancouver Canadá.
-
Juicio Internacional contra el Vaticano, el Papa y Miembros del Clero.
-
Tortura Sistemática y Asesinato de Bebés y Niños en Canadá
-
Tribunal Internacional en contra de los Crímenes de la Iglesia y el Estado hace llamado mundial a todas las víctimas de crímenes perpetrados por el Vaticano dentro de sus iglesias satánicas.
-
Carta Abierta y Declaración Pública a Josef Ratzinger, El Vaticano y Miembros del Clero.
-
Alexander Backman se une a favor del arresto del Papa y sus criminales en Roma
Por Alexander Backman para Conciencia Radio®
Introducción
En Canadá sucedió un holocausto en manos de la
Iglesia Católica Unida.
Entre 1820 y 1989, la Iglesia Católica Unida , patrocinada por el
Gobierno y la Corona Inglesa, educó a los indígenas y esquimales
“salvajes” para formarlos hacia el Catolicismo.
Diez meses al año, los niños nativos fueron
arrebatados de sus padres y de su cultura. Fueron severamente torturados
y castigados si hablaban su propia lengua, nunca se les permitía reir,
abrazarse o hablar de su herencia nativa, marcándolos para siempre.
Ahora revelado, el Vaticano creó círculos de pedofilia, tortura,
esterilización, experimentación y asesinato en manos de monjas y
padres.
Diseñadas para el genocidio, las escuelas
tenían una mortandad del 50%.
Millones murieron y más de 50 mil niños siguen desaparecidos.
Ahora, la humanidad se une al Holocausto indígena en manos del
Illuminati y el Vaticano llevándolo a juicio por las atrocidades
cometidas. Esta es su historia.
El Holocausto Canadiense
A través del sistema escolar residencial
canadiense (internados permanentes u orfanatos), las iglesias cristianas
junto con las autoridades del estado, judiciales, doctores y la
policía implementaron una política de genocidio, experimentación,
castigo, violación sexual, pederastía y pedofilia en contra de la
población indígena. El número total de indígenas asesinados en el
Genocidio Canadiense en manos de la Corona Inglesa y la Iglesia
Apostólica y Romana se calcula en aproximadamente 25 millones de
personas, y se suma a uno de los genocidios secretos del mundo en manos
del Vaticano y el Illuminati. Más de 50 mil niños indígenas siguen
extraviados sin saber su paradero producto de las escuelas residenciales
operadas por la Iglesia Católica y la Iglesia Anglicana por órdenes de
la Reina Elizabeth II y el Príncipe Felipe de Edinburgo.
El motivo de éste artículo es hacer
conciencia de estas atrocidades y solicitar el apoyo de la comunidad
hispana mundial y los medios de comunicación para dar a conocer estos
actos e informar sobre el Juicio Mundial en Contra del Vaticano y los
funcionarios responsables de tales atrocidades en Canadá y demás países
en el mundo.
CRN® MAYO 31 2012-
Los encabezados y subencabezados de este artículo lo dicen todo. Ha
llegado la hora de enjuiciar a la impunidad e inmunidad de la cual ha
gozado la institución "Nazi" conocida como la Iglesia Católica
Apostólica y Romana. Una iglesia no de Cristo sino del Diablo mismo. Una
Iglesia que es culpable de horrendos crímenes contra los pueblos
indígenas del mundo. Una institución que ha exterminado a millones de
bebés, abusado sexualmente y sodomizado a cientos de miles de ellos
incluyendo a niños y niñas de entre 2 y 11 años de edad hasta llegar a
su adolescencia bajo la maldición del Papa mismo, Josef Ratzinger y sus
antecesores. Delitos cometidos comparables con los Nazis y la SS de
Adolfo Hitler en Auchwitz, Treblinka y Dachau.
Estoy en contacto con un héroe por esta causa. Se
trata del Reverendo Kevin Annett, un canadiense que está luchando para
enjuiciar a Ratzinger y su banda de crimen organizado por los crímenes
cometidos en el Genocidio dentro de las Escuelas Residenciales en las
comunidades indígenas de la provincia de Vancouver donde el Vaticano, en
contubernio con la Reina Elizabeth II y el Gobierno de Canadá
autorizaron la matanza sistemática, experimentación, tortura, violación y
sodomización en contra de millones de niños y el genocidio en masa de
ellos incluyendo, en algunos casos, lanzar a bebés recién nacidos dentro
de hornos de fuego en presencia de demás niños entre 1922 y 1989.
Kevin Annett ha expuesto la evidencia prima facie (de primera cara) en su documental Unrepentant (Sin Arrepentimeinto) y en su libro Hidden No Longer (Escondidos Ya No Más) donde detalla los crímenes del Holocausto en Canadá.
Además Annett ha expuesto la participación directa de la Reina Elizabeth II y el Príncipe Felipe de Edinburgo
en la desaparición de 10 niños indígenas secuestrados por ellos de una
escuela residencial en Kamloops, British Columbia en el lapso del 5 al
13 de octubre de 1964 y que nunca jamás fueron vistos con vida. El
Príncipe Felipe es conocido públicamente por su mentalidad psicópata y
supremacista.
El Holocausto de Hitler duró 5 años mientras el
Vaticano y la Corona Inglesa cometieron estos actos barbáricos sin
castigo ¡por más de 65 años! Ahora, eso ha cambiado y Annett y el mundo
se unen para traer a juicio a todos estos criminales supremacistas y
perversos por sus abominables delitos.
Tales
experimentos y la mera brutalidad del daño que se infringía con
regularidad a los niños en las escuelas canadienses sirve de testimonio
de la visión institucional hacia los pueblos aborígenes de ser seres
"desechables" y "enfermos". Decenas de sobrevivientes de 10 escuelas
residenciales diferentes en British Columbia y Ontario han descrito bajo
juramento las siguientes torturas que se les provocó en algunos casos
cuando tenían sólo 5 años de edad.
"Armadas con versículos bíblicos,
la Iglesia Católica asesinó en masa a los indígenas que se rehusaban en
convertirse al catolicismo, luego les robaron sus tierras. Por más de
un siglo, millones murieron por la liberación intencional de
tuberculosis y viruela."
Los Crímenes y los Testimonios
El Dr. Josef Mengele
es reputado por los sobrevivientes de sus experimentos de haber
trabajado en la Universidad de Cornell en Nueva York, Laboratorios
Bristol en Syracuse, Nueva York, y la farmacéutica Upjohn y
laboratorios Bayer (propiedad de los Rothschild) en Ontario Canadá.
Mengele, quien sigue vivo (ver foto) y sus investigadores canadienses,
como el psiquiátra notorio de Montreal Ewen Cameron, usaron a
prisioneros, pacientes mentales y niños indígenas de las reservaciones
indígenas y las escuelas residenciales de gobierno en sus esfuerzos de
borrar y remoldear la memoria humana y la personalidad, usando drogas,
electroshocks y métodos de inducción de traumas idénticos a los usados
por años en las escuelas residenciales.
JOSEF MENGELE VIVO, FUENTE: THE BUSH CONNECTION
ALTOS MANDOS NAZI OPERANDO EN EE.UU. COMO AGENTES DE LA CIA BAJO NOMBRES FALSOS EN 1998
FUENTE: THE BUSH CONNECTION
Fuente: Archivo de la CIA. Niña
estadounidense de 8 años con electródos insertados en el cerebro. Ella
es una de las millones de víctimas de los proyectos de Control Mental
(MK Ultra) de Josef Mengele y Nazis que crearon la CIA después de
introducirse a los EE.UU. después de la 2da Guerra Mundial a través de
Operation Paperclip. La leyenda dice: Persona del sexo femenino entre la
edad de 8 a 10 años. El sujeto fue sometida a 6 meses de tratamiento
usando dosis fuertes de LSD, electroshock y depravación sensoria.
Experimentos bajo el nombre clave: MKULTRA a prinicpio de los 60s. La
memoria del sujeto fue borrada y el cerebro quedó como la de un recién
nacido.
Exempleados del gobierno federal han confirmado
que el uso de los "presos" de las escuelas residenciales en Canadá fue
autorizado por medio de experimentos financiados por el gobierno a
través de una acuerdo en conjunto con las iglesias católicas que
administraban las escuelas.
De acuerdo a un exfuncionario de Asuntos Indígenas :"Una especie de acuerdo entre caballeros se mantuvo por muchos años: las iglesias proporcionaban a los niños de sus escuelas residenciales a nosotros, y nosotros proporcionábamos a los oficiales de la Policía Montada a que los entregaran a quien necesitara una pesca fresca de sujetos de prueba: por lo general doctores, a veces personal del Departamento de Defensa. Los Católicos lo hacían en grande en Quebec cuando ellos transferían a los niños por mayoreo de los orfanatos a los hospitales psiquiátricos. Era para el mismo propósito: la experimentación. Había mucho dinero de aportaciones del gobierno en aquellos días que venía de los sectores de inteligencia y del ejército: lo único que tenías que hacer era proporcionar los cuerpos. Los funcionarios de la Iglesia estaban más que dispuestos en cumplir con ellos. No nada más eran los directores de las escuelas residenciales (internados) quienes recibían dinero de esto; todos estaban cobrando. Es por eso que ha durado tanto. Involucra a un montón de personas de alto nivel." (de los Archivos Sellados del Tribunal del IHRAAM, conteniendo las declaraciones de fuentes confidenciales, Junio 12-14, 1998)
Esta es una lista de los crimenes en contra de la
humanidad por los cuales se busca enjuiciar a estos reprobados y
psicópatas y a todos aquellos quienes los encubren:
- Apretar hilo de pesca trenzado y alambre alrededor de los penes de los niños;
- Clavarles agujas en sus cabezas, cachetes, lenguas, orejas y penes;
- Sostenerlos sobre tumbas abiertas y amenazarlos con enterrarlos vivos;
- Forzarlos a comer alimento lleno de larvas y comida regurgitada;
- Decirles que sus padres habían muerto y que ellos estarían a punto de ser asesinados;
- Desnudarlos en frente de la asamblea de la escuela y degradarlos verbalmente y sexualmente;
- Forzarlos a pararse derechos por más de 12 horas a la vez hasta el tiempo en que ellos se colapsaran;
- Sumerjirlos en agua con hielo;
- Forzarlos a dormir afuera en el invierno;
- Arrancarles el cabello de sus cabezas;
- Repetidamente golpear sus cabezas contra el concreto y superficies de madera;
- Darles golpizas diarias sin aviso, usando látigos, palos, harneses de caballo, cintos con remaches de metal, palos de billar y palos de hierro;
- Extraerles dientes de oro de sus bocas sin calmantes para el dolor o anestesia;
- Confinarlos a closets sin ventilación, agua ni comida por días;
- Aplicarles electroschocks con regularidad a sus cabezas, genitales y extremidades.
"La gente de la iglesia estaba venerando al diablo, no nosotros. Ellos querían el oro, el carbón, la tierra que ocupábamos. Así que nos aterrorizaron para que se las diéramos. ¿Cómo puede darle sentido a la vida un hombre que has sido violado sexualmente todos los días cuando tenía siete años? Las escuelas residenciales fueron hechas para destruir nuestras vidas, y tuvieron éxito. Los blancos eran terroristas, fácil y simple."
-(Testimonio de Bill Seward a Kevin Annett y observadores de la IHRAAM , Duncan, BC, Agosto 13, 1998)
Tendría que escribir un libro completo para
documentar las atrocidades cometidas. Entre ellas destacan la
contaminación intencional de los niños con Tuberculosis y Viruela con
fines experimentales, alimentación forzada con comida llena de
tuberculosis, dormir en cuartos llenos de niños infectados de
tuberculosis, viruela y neumonia. Además, monjas asesinando a niñas y
adolescentes que eran embarazadas por los padres pederastas para no
dejar rastro después de abortar a los bebés que nacían producto de las
violaciones en masa. Monjas pederastas que se embarazaban de los niños
donde los forzaban a cavar las tumbas y atestiguar el entierro vivo de
los bebés que nacían. La venta sistemática de niños entre los círculos
de la aristocracia pederasta. Incluso, la esterilización masiva de los
niños y las niñas a temprana edad. ¿Y qué decir de enseñarle a los demás
niños en las escuelas a matar a aquellos niños que mostrasen algún tipo
de afecto entre ellos?
Uno de los incontables casos es el de un
Internado Católico Español donde Mary Anne Nakogee-Davis de Thunder Bay,
Ontario, fue torturada en una silla eléctrica por monjas en 1963 cuando
sólo tenía 8 años de edad. Ella declara:
"Las monjas la usan como un arma. Se me hizo en más de una ocasión. Te amarraban de los brazos contra los descansabrazos de metal, y te daban toques y te atravesaban todo tu sistema. Yo no sé que fue lo que hice que era tan malo para que se me hiciera eso." (Fuente: The London Free Press, London, Ontario, Octubre 22, 1996)
Tales torturas ocurrieron en las instalaciones
operadas por las iglesias con dinero del Departamento de Asunto
Indígenas, similar a los programas de esterilización identificados en
el hospital W. R. Large Memorial Hospital en Bella Bella y el Hospital
Indígena de Nanaimo.
Frank Martin, un indígena Carrier del norte de
British Columbia, describe su confinamiento forzado y ser sujeto a
experimentos en la Escuela de Reforma de Brannen cerca de Nanaimo en
1963 y 1964:
"Yo fui secuestrado de mi aldea cuando tenía nueve y enviado a la Escuela de Brannen Lake en Nanaimo. Un doctor local me dio una inyección y desperté en una pequeña celda, de unos tres por cuatro metros. Me mantuvieron allí como un animal por catorce meses. Me sacaban todas las mañanas y me daban electroshocks en la cabeza hasta que me desmallara. Luego en la tarde iría a estos Rayos-X y ellos me expusieron a ellos por largos minutos. Nunca me dijeron por qué lo hacían. Pero me dio cáncer de pulmón a los dieciocho y nunca he fumado." -(Testimonio videograbado de Frank Martin a Eva Lyman y Kevin Annett, Vancouver, Julio 16, 1998)
Testimonio de Extermino:
Éste video es el testimonio de Irene Favel
quien describe en una entrevista de la CBC (Julio 8, 2008) cómo ella
fue testigo del asesinato de un bebé por el personal en la Escuela
Residencial Indígena de Muskowekwan, administrada por la Iglesia
Católica Romana en Lestock, Saskatchewan, Canadá.
Liderasco Iglesia y Estado
La
descripción de tal horror deja a uno en estupor y deja a uno sin
entender por qué los católicos mexicanos y españoles siguen yendo a
comulgar a los recintos satánicos del Vaticano en México y España.
No me interesa la opinión de los católicos que
sufren de lavado cerebral tratando de convencerme en decir que los
crímenes del Vaticano son aislados y en manos de unos cuantos padres,
sacerdotes, cardenales y monjas. El Vaticano está directamente
involucrado en crímenes equiparables a los de Adolfo Hitler. De acuerdo a
los Juicios en Nuremberg es igual de responsable el gobierno y sus
representantes que socavan y esconden los crímenes de sus súbditos.
No quiero ni pensar lo que el Vaticano ha hecho
en México durante las mismas fechas con su famosa "teología de la
liberación". Mucho más si uno toma en cuenta que Andrés Manuel López
Obrador, el candidato más humano que busca ganara la silla presidencial
en el 2012 todavía tuvo el cinismo de ir a ver el Papa cuando vino en
marzo de éste año a Guanajuato México. Al ir a ver a un criminal y
genocida de la talla de Josef Ratzinger, López Obrador se convierte, al
igual que los demás candidatos, en cómplices de semejantes barbaries y
derramamiento de sangre inocente que la Iglesia en Roma representa.
Josef Ratzinger debe ser declarado enemigo de la humanidad y persona
'non grata' en México y en cualquier otro país civilizado en el
mundo.Sr. Obrador, usted dice que no busca venganza sino sólo justicia,
¿cúal es su postura en éste caso? ¿Qué dice usted tras leer esto y haber
ido a ver a Josef Ratzinger en persona y recibir su bendición para
llegar a los Pinos?
El pueblo indígena de Canadá no quiere sobornos
ni recompensas del gobierno de Canadá ni el Vaticano por los daños
perpetrados. Ellos exigen justicia y parte de esa justicia es el
reconocimiento y enjuiciamiento del Vaticano, su Jefe criminal, el Papa
Josef Ratzinger, alias Benedicto XVI, y todos los padres, cardenales y
sacerdotes que han perpetrado estos crímenes y que los siguen
encubriendo. Es por ello, que algo histórico ha sucedido que me motivó a
escribir éste artículo:
EL MUNDO ENTERO SE UNE EN JUICIO HISTÓRICO EN CONTRA DEL PAPA JOSEF RATZINGER Y EL VATICANO POR CRÍMENES EN CONTRA DE LA HUMANIDAD
Esta es la carta que El Tribunal Internacional
de Crímenes de la Iglesia y el Estado publicó en su sitio de Internet en
inglés el 30 de mayo 2012 advirtiéndole al Vaticano de que habrá
arrerstos ciudadanos de los miembros del clero incluyendo al Papa mismo.
La presentamos en su enteridad.
Una
Declaración Pública a Joseph Ratzinger, Obispo de Roma, y al Colegio
Católico de Cardenales– del Consejo Ejecutivo del Tribunal
Internacional sobre Crimenes de la Iglesia y el Estado. Sean
Advertidos: A Todos los Padres Católicos Violadores de Niños y sus
Encubridores serán ahora Arrestados en Sitio
Posteado May 30, 2012 por el ITCCS
Traducción al Español por Alexander Backman
Josef Ratzinger, Obispo de Roma
El Vaticano
El Vaticano
Estimado Obispo Ratzinger,
Su iglesia ha arrestado y
encarcelado ilegalmente a un ciudadano italiano de nombre Paolo
Gabriele por el “mal” de poseer evidencia de actos criminales hechos
por usted y otros funcionarios del Vaticano.
Por parte de la libertad
humana y el sufrimiento de las víctimas de la violencia de la iglesia,
nuestro Tribunal está obligado en responder a su acto de Guerra en
contra de la verdad al declarar lo siguiente, todo sacerdote o
funcionario Católico Romano quien haya dañado a un niño o protegido a
aquellos que lo hayan hecho será nombrado públicamente por nuestra red,
y será arrestado públicamente y expulsados de sus iglesias.
Hemos dado instrucciones a
toda nuestra organización miembro en comenzar dichos arrestos
ciudadanos de su clero culpable.
Esta decisión se lleva a
cabo bajo la ley común de derecho de arresto ciudadano de aquellos que
ponen en peligro a los niños cuando las autoridades establecidas se
niegan en proteger a la comunidad.
Tal acción directa para
proteger a nuestros niños sera acompañada por ocupaciones persistentes y
confiscación de propiedades de la Iglesia Católica Romana comenzando
globalmente el 15 de septiembre de 2012.
Estas medidas se están
tomando debido al rechazo de usted y su jerarquía eclesiástica en
proveer justicia a sus víctimas y cumplir la ley y la moralidad; y
específicamente, debido a su rechazo en estar de acuerdo con estas diez
medidas, emitidas a usted el 4 de mayo de 2012 por nuestro Tribunal:
- Emitir reparación completa a los sobrevivientes.
- Entregar los restos de aquellos que murieron para su entierro apropiado.
- Regresar toda la tierra y riquezas tomadas de las víctimas de la iglesia.
- Rendir toda evidencia y quienes ejecutaron los crímenes en contra de los niños.
- Anular 'Crimen Sollicitationis' y todas las políticas del Vaticano que protege a los violadores de niños.
- Expulsar y excomulgar a todos los sacerdotes violadores y a aquellos que los protegen, incluyendo al papa.
- Acordar la entrega de licencias a todo el clero como servidores públicos.
- Retirarse de todas las exenciones de impuestos, concordatos y privilegios.
- Anular el status del Vaticano como estado y abolir la autoridad de Roma sobre sus congregaciones.
- Redistribuir la riqueza del Banco Vaticano a las victimas de la iglesia y la comunidad, como Cristo lo manda.
Reiteramos, estamos comenzando en
publicar a nivel mundial una lista de los padres violadores de niños y
sus protectores, y empezaremos en consecuencia a llevar a cabo
arrestos ciudadanos de estos criminales para expulsarlos de su cargo e
iglesias.
Usted, Josef Ratzinger, y
sus criminales y conspiradores homólogos en el Colegio de Cardenales
serán entre las personas así nombradas y serán objeto de arresto,
expulsión y destierro.
Unánimemente resuelta y Firmada,
El Consejo Ejecutivo,
El Tribunal Internacional de Crímenes de la Iglesia y el Estado
Bruselas
cc: medios mundiales y gobiernos
El Tribunal Internacional de Crímenes de la Iglesia y el Estado
Bruselas
cc: medios mundiales y gobiernos
Esta es la única entrevista que encontré en
español hecha a Kevin Annett donde se habla del proceso del juicio en
contra del Vaticano.
"1 Cuando el Señor tu Dios te lleve dentro de la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer, él te abrirá camino quitando de tu paso a muchas naciones:...5 Lo que tienes que hacer es: destruir sus altares paganos, hacer pedazos sus columnas sagradas, derribar sus postes dedicados a la diosa Asera y quemar sus ídolos. 6 Pues tú eres un pueblo santo porque perteneces al Señor tu Dios. De todos los pueblos de la tierra, el Señor tu Dios te eligió a ti para que seas su tesoro especial.." -Deutoronomio 7: 1-2 y 5-7
Esto es lo que sucede cuando mentes perversas
sacan la Biblia fuera de contexto como está escrito y usan estos
versículos del Antiguo Testamento para llevar a cabo el exterminio y
exterminio de las masas. Éste capítulo habla de los hijos de los
Cananitas que eran los gigantes después del diluvio llamados los
hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los
heveos y los jebuseos. En ningún lugar dice el exterminio de los pueblos
indígenas lo cuales provienen de una de las doce tríbus de Israel, la
de Rubén.
Cuando la Iglesia Católica se enmascara de pura y
santa cuando en realidad es la Institución más pagana y maligna que
existe y comete estos crímenes nos damos cuenta que la diferencia entre
la Alemania Nazi, la Unión Soviética de Stalin, el comunismo de Mao Tze
Dzong y la Irán de Ahmadinejad es inexistente.
Es una lástima que Marcel Maciel no siga vivo
para que también fuera condenado a prisión y cuando menos ser enjuiciado
y castigado por lo que sufrieron sus víctimas en México. Cuando menos
siguen vivos aquellos que siguen encubriendo y ejecutando estos crímenes
en contra de la niñez y la juventud.
Pedimos a todos los mexicanos que han sufrido de
abuso sexual, sodomización, torturas o sepan de asesinatos por parte del
clero en México y en los países hispanos de Latino América en que
envíen su información incluyendo fotografías de los responsables de
tales crímenes para exponerlos por lo que son, ¡RATAS Y CRIMINALES QUE
SATÁN HA ENVIADO PARA ACECHAR LAS ALMAS DE LOS INOCENTES Y DERRAMAR SU
SANGRE USURPANDO LA PALABRA DE JESÚS CRISTO!
Es tiempo de que toda la humanidad se una a los
pueblos indígenas y niños en el mundo en ésta causa justa para
finalmente enjuiciar a la institución más criminal sobre la faz de la
tierra, el Vaticano. Ha llegado la hora de pronunciar nuestra reprensión
y resolución total e unificada contra la Iglesia Católica Supremacista y
Romana. ¡Es tiempo de Ocupar el Vaticano y sacarlos de ahí!
Rak Chasaq!
LOS MÁS BUSCADOS
Esta es la lista de los 10 Pederastas más peligrosos del Vaticano, ¡Conózcalos!
- Cardenal de Honduras. Oscar Andrés Rodriguez
- Madre Teresa de Calcuta. Canonizada en Roma
- José María Balaguer. Fundador Opus Dei, España
- Sacerdote Fernando Karadima, Sacerdote de Chile
- Marcial Maciel. Sacerdote de México
- Sacerdote O liver Ogrady
- Obispo Aloysius Viktor Stepinac, Croacia
- Papa Pio XII. El Vaticano
- Papa Juan Pablo II. El Vaticano
- Papa Benedicto XVI . El Vaticano
Les pedimos ver el documental “Unrepentant” de
Louie Lawless y Kevin Annett para que conozcan sobre el genocidio del
Illuminati en CANADÁ. Este documental está en proceso de ser subtitulado
por Conciencia Radio® y cuando esté listo será puesto en éste espacio.
Agradecemos a los ex-miembros de la Iglesia Católica que han renunciado
al Vaticano y que apoyan a Conciencia Radio®.
Por favor donen a la labor del Tribunal
Internacional del los Crímenes de la Iglesia y el Estado. Su donación
será usada para producir libros y documentales, y apoyar el
financiamiento de las investigaciones y viáticos.
Envíe su cheque o giro electrónico dirigido a:Lori O’Rorke
260 Kennedy St.,
Nanaimo, B.C. Canada
V9R 2H8
Para más información puede contactar a Kevin Annett en hiddenfromhistory1@gmail.com
o por teléfono en Canadá al 250-591-4573 y en los Estados Unidos dejando mensaje en el teléfono 386-323-5774
Recursos Adicionales:
- Artículo, Tribunal Presenta Demanda Colectiva en contra del Vaticano, la Iglesia Anglicana, la Corona Inglesa, Jefes de Estado e Industria Farmacéutica por Conspiración y Genocidio
- Ahora es Cuando: Acción Directa de Organización para Proteger a Nuestros Niños en contra de los Sacerdotes Violadores y a Aquellos que les Ayuda
- Página Where are the Children?
- Página de Kevin Annett, Hidden from History
- Página del Tribunal Internacionl Contra los Crímenes de Iglesia y Estado
- Corrupción del Vaticano
- Documental Hidden No Longer de Kevin Annett- http://youtu.be/88k2imkGIFA
Libro No Longer Hidden de Kevin Annett- http://hiddennolonger.com/wp-content/uploads/2011/01/No-Longer-Hidden-1.pdf
El Ministro Phil Spencer de la Iglesia Unida de Canadá
Éste individuo perverso
se llama Phil Spencer. ¿Quién es? Bueno, para empezar es responsable del
encubrimiento en gran parte de tremendos crímenes en contra de los
niños autóctonos de Canadá; niños que fueron tomados a la fuerza de sus
padres y llevados en contra de su voluntad a los internados o escuelas
residenciales que la Iglesia Católica y Anglicana establecieron para
fines de exterminio durante más de un siglo. El Holocausto Canadiense
exterminó a millones de indígenas y estos atroces actos de genocidio y
tortura siguen sin conocerse por la mayoria.
La función de Spencer es
la de destruir la imagen de Kevin Annett, el líder y luchador social en
contra de los crímenes de la Iglesia católica y el Estado en Canadá y
en el mundo. Spencer se encargó de que botarán a Annett de la Iglesia
una vez que empezó a denunciar el genocidio que decubrió en los 80s
cuando llegó a tomar el mando de una Iglesia como Reverendo.
En la imagen de arriba.
proporcionada y diseñada por el artista gráfico sueco David Dees,
Spencer aparece con varias cobijas intencionalmente contaminadas con el
virus de la viruela.
La práctica de usar
armas biológicas para matar a los niños en los internados canadienses
era sistemática. Increíblemente, la Iglesia Unida, la Católica y la
Anglicana, por órdenes del Papa Josef Ratzinger y la Reina Elizabeth
Windsor II siguen autorizando la matanza de los grupos nativos de Canadá
aunque en menor grado y cantidad. ¿La razón? Cada vez hay menos niños
que matar gracias a ellos y sus antecesores.
Kevin Annett, a quien
hemos entrevistado en Conciencia Radio®, entiende ahora, después de 20
años, la razón de toda esta lucha en contra de la tiranía ecleciástica y
gubernamental. Esto es lo que nos comenta al respecto:
"Una religión y una cultura que pudiera sistemáticamente matar a generaciones de niños y luego esconder las evidencias y continuar mutilando a los inocentes es una abominación de la cual nos debemos deshacer. Los más aclimatados y capaces de 'ver más allá de' ya lo sabemos, y hemos renunciado a nuestra esperanza ingenua de que la iglesia y el estado puedan "hacerse responsables" de haber hecho estas atrocidades que les vienen de forma natural. En vez de ello, estamos comprometidos en abolir a aquellas instituciones asesinas en su conjunto, así como nos exige la ley internacional y de la seguridad de los niños.Hemos jurado nuestras vidas a la sacudida fundamental de nuestra sociedad. Y nuestra corte de justicia de la ley común imperante es nuestra primera fase en esa sacudida."--Kevin Annett, Luchador Social Canadiense, Srio. del Tribunal Internacional de Crímenes de la Iglesia y el Estado.
Alexander
Backman es Profesor de idiomas y comunicación. Actualmente escribe y
es periodista de investigación. Conduce con Mónica Gahbler el programa
de radio en línea Conciencia Radio® a través de www.concienciaradio.com.
Ha aparecido en cientos de entrevistas de radio y TV tratando temas
relacionados a terrorismo, bioterrorismo, geocambios, profecía,
seguridad global y nacional, geopolítica y espiritualidad. Es
conferencista internacional. Se le puede contactar para consultas o
entrevistas escribiendo a concienciaradio@yahoo.com. Su sitio oficial es www.alexanderbackman.com.
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