Muy interesante este hilo iniciado por Reynaldo. Ahí es que creo que cabe la expresión de la cerda bañada vuelve al fango. Si usted baña a un cerdo lo único que impedirá que se revuelque en el lodo es un buen lazo. En el caso de ciertos tj, lo único que les impide dar rienda suelta a sus bajas pasiones es la represión de la autoridad religiosa. Ese tipo de gente le tiene un temor mórbido a Dios y no le sirve por amor, por eso es que cuando se les desengaña actúan de una forma peor que los de afuera. Por eso es que hay que ser cauteloso en compartir información con este tipo de personas. Es preferible que se queden donde están a que se comporten como un perro cuando se le suelta la correa. Lo interesante es que estos son los que suelen volver al redil.

En cambio quien tiene una ética familar no necesita de que alguien lo vigile o lo castigue para obrar el bien. Es en esos momentos de prueba es que se sabe quien es quien. El tj con doble vida es muy común, especiamente son aquellos que nacen allí, pues están más reprimidos y traen traumas desde la niñez. Una religión que tácitamente promueva máximas como la de que el fin justifica los medios (eso es lo que es en el fondo la estrategia de guerra teocrática) contribuye a la hipocresía.

Saludos,