http://www.asocius.net/paulinas/dyncat.cfm?catid=471&d=prodshow&q=Libros%20y%20Folletos
SALUDOS SUPER APESTATAS... ¿¿HABEIS ESCUCHADO LA EXPRESION TESTIGOS DE JESUS???... PUES SI NO LA HABEIS ESCUCHADO... ALLI TENEIS UNAS IMAGENES DE LIBROS Y PUBLICACIONES QUE USAN LOS AMIGOS CULTOS, INTELIGENTES Y DECENTES DE LAVASORI... ¿¿¿ALGUN PROBLEMA CON ESO???... NO, NINGUNO EN PARTICULAR... PERO CUANDO EL MISMISIMO HIJO DE PUTA DE LAVASORI... SE PONE A CRITICAR LO QUE NO DEBERIA... PUES QUEDA EN ENTREDICHO QUE TAN CULTOS, INTELIGENTES Y DECENTES SON SUS AMIGOS CAOTICOS, APESTOLICOS Y ROMANOS...
PERO BUENO PARA QUE NO DIGAIS QUE OS CALUMNIAMOS... AQUI OS COPY AND PASTE ALGUNOS ENLACES... DONDE PERSONAS AJENAS A LOS TESTIGOS DE JEHOVA... SE AUTODENOMINAN,... TESTIGOS DE JESUS... QUEDA EN PIE LA PREGUNTA... ¿¿¿ES LAVASORI UN TESTIGO DE JESUS???... YA ESTE CABRON RESPONDIO QUE NO... ¿¿¿Y QUE HAY DE LOS AMIGOS CAOTICOS, APESTOLICOS Y ROMANOS SE PUEDEN DENOMINAR ELLOS CORRECTAMENTE TESTIGOS DE JESUS???... EL TERMINO CORRECTO PARA ESTOS HIJOS DE LA CHINGADA AMIGOS DE LAVASORI... ES IDOLATRAS... ES EL MAS APROPIADO...
PERO BUENO... LA PREGUNTA... ¿¿¿ES LAVASORI UN TESTIGO DE JESUS???... QUE LO RESPONDA EL MISMO...
http://www.youtube.com/watch?v=Rs5gjrTSMX8&list=UU46y6LdS4LirVxA19hYL2Ww&index=1&feature=plcphttp://www.youtube.com/watch?v=Rs5gjrTSMX8&list=UU46y6LdS4LirVxA19hYL2Ww&index=1&feature=plcp
Y TU SUPER APESTATA... ¿¿¿ES CORRECTO QUE LOS AMIGOS CULTOS INTELIGENTES Y DECENTES DE LAVASORI (CAOTICOS)... SE HAGAN LLAMAR TESTIGOS DE JESUS???...
PARECE QUE SER TESTIGO DE JESUS (CATOLICO) ES VALIDO... PERO NO LO ES SER UN TESIGO DE JEHOVA... SI LAVASORI... ESTOY SEGURO QUE TUS AMIGOS CAOTICOS APESTOLICOS Y ROMANOS SI SON AUTENTICOS TESTIGOS DE JESUS... AJJAJAJAJJAJA
http://testigosdejesus.org/http://testigosdejesus.org/
http://www.cuttingedge.org/sp/p244.htm
TITULO: ¿QUÉ SIGNIFICA SER
TESTIGOS DE CRISTO?
Subtitulo: “…y me seréis testigos” Hecho 1:8
Si alguien te detiene en la calle y te
dijera que es fanático de los Medias Rojas de Boston y te urge a que te
conviertas en uno también, ¿no pensarías tú que esto es un poco extraño? ¿Te
impresionaría su entusiasmo y sinceridad al decirte que fueron los ganadores de
la Serie Mundial del año pasado para impresionarte? ¿Y acaso si llevan las
insignias del equipo haría que tú sientas algún deseo particular de unirte a su
club de béisbol y hacerlo parte de ti? ¡Seguroooo que si! La mayoría de
nosotros inmediatamente quedaríamos anonadados por tal comportamiento de un
fanático y si esta situación se diera, digamos, en la ciudad de Nueva York
¡probablemente habría cierta actitud de ánimos hacia este fanático empedernido!
¿Acaso se supone
que esta es la forma que nosotros seamos testigos para Cristo -- yendo de aquí para allá hablando del Señor a
todos de una manera exuberante y poco común? ¿Acaso hemos de hacer pancartas
llenando nuestras ropas y vehículos con palabras de cortesía y slogans que
promocionen Su palabra? ¿Acaso la mayoría de las iglesias compiten unas contra
otras para ver cual desarrolla el más ingenioso de todos los comentarios para
poner en sus letreros? Por favor disculpe mi insistencia, ¡pero ese tipo de
“testificación” muchas veces hace más mal que bien! ¡Las técnicas de
publicidad utilizadas por doquier ciertamente produce resultados! pero también
el gritar ¡fuego! en un teatro repleto de personas! Hacer que las personas
se agrupen en un punto o lugar determinado se ha reducido a una ciencia y
muchos ministerios están tomando ventaja de esto. Pero, basándome en más de
medio siglo de observación, se ha vuelto bastante obvio para mí que aquellos
rebaños donde abundan más las cabras que la ovejas sirven perfectamente para
los planes de Satanás para crear cizaña dentro del trigo.
Por favor note
la palabras de nuestro Señor Jesucristo en Hechos 1:8: “…y me seréis testigos”. Esta es
una declaración de certeza divina y no depende en lo absoluto en implementos
que pueda aportar el hombre. El Espíritu Santo literalmente reside dentro de
cada hijo de la gracia y Él es testigo de Jesucristo – nosotros somos el templo donde Él habita. Esa es precisamente
la razón por la cual se les exhorta a los creyentes que sean llenos del
Espíritu Santo (Efesios 5:18) Por que cuando una persona es llena y
controlada por Él Espíritu Santo está
vacía del Yo y exhibe poderes sobrenaturales (¡La palabra dunamis en griego de la cual
en Inglés se deriva la palabra “dinamita”!) Y todos aquellos que entren en
contacto con este tremendo poder Serán afectados
al grado del propósito de Dios en esa vida. ¡Incluso si ninguna palabra es
dicha, cada persona o individuo será atraído o repelido por este poder!
“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo
que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que
habían estado con Jesús” Hechos 4:13 (VRV)
Ser testigos de
Jesucristo envuelve una vida de compromiso y obediencia a Él de 24 horas al
día, siete días a la semana y 365 días del año (366 en el caso del año
bisiesto) y no se define solo por tener nuestros bolsillos llenos de tratados,
ni llevando una gran Biblia y mucho menos dándole lata a las personas. Técnicas
de presión en la venta producen buenos resultados, pero pocas veces
verdaderamente satisface a los clientes – puesto que aquellos quienes sucumben
a la presión de los vendedores usualmente tienen un sentimiento de que han sido
engañados por el vendedor. De la misma manera, muchas personas continúan
“convirtiéndose” por la aplicación de presión sicológica por parte del
Cristianismo de confrontación y mientras que ciertamente algunos terminan
siendo cristianos genuinos, la decadencia espiritual causada por la falsa
conversión de la mayoría esta contribuyendo a una caída en espiral del
evangelio.
Para capturar a
un pez sin tirar la red se necesita de una carnada adecuada. Es poco probable
capturar una trucha si no se utiliza una bola de cebo. Esta analogía se aplica
a lo que concierne a los creyentes de la siguiente manera: se supone que
vivamos de tal manera que seamos una “buena carnada”. Al nivel que rindamos
nuestras vidas al Espíritu Santo será el nivel que el mismo utilizara para lograr
tener influencia sobrenatural sobre otros a través de nosotros.
Ser testigos de Jesucristo significa hablar a otros acerca de Él, pero debemos
tener cuidado como le presentamos el bozal al caballo. Decir a la presa
acerca de la carnada que será utilizada es un absurdo, puesto que la verán
antes de comerla.
“Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16 (VRV)
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre
que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.” Juan 6:44 (VRV)
La buena carnada es agradada por
los peces a un nivel fundamental. Ha ellos no se les enseña como reconocerla ni
se les urge que sepan de su preparación por que provee una necesidad básica. Y
los hombres depravados poseen una necesidad similar puesto que existe un vacío
en sus corazones donde existió una vez el conocimiento de Dios. Es una
necesidad que el hombre por si mismo no puede suplir – un hambre que no pueden
satisfacer por si solos – y cuando Dios coloque en frente de ellos a un
creyente verdadero, ¡siempre reaccionaran a la carnada del evangelio! Pero a diferencia de los peces, los humanos pueden “ver
el anzuelo” y la mayoría se apartará pues no quieren ser capturados. Como consecuencia, solo unos pocos sobrepasaran
su concepto errado de lo que es Dios y serán atraídos por el conocimiento
salvador de Cristo a través del Espíritu Santo.
“…porque estrecha (contraída por la
presión) es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los
que la hallan”. Mateo 7:14 (VRV)
(Énfasis añadido)
Entonces volviendo a nuestra
analogía del fanático del equipo de los Medias Rojas. ¿Qué pensaríamos de él o ella si se le observara vitoreando por
otro equipo? Sería un ¡HIPOCRITA! ¿Cierto?
Una persona de “doble cara”, diciendo ser fanático de un equipo mientras
que en verdad era leal a otro. ¡Las personas deben mostrar sus colores
verdaderos para que todos sepan donde es que están cimentados! Y ese
principio definitivamente se aplica a lo que tiene que ver con nuestro
testimonio de Cristo. Muy pocas cosas en este mundo molestarían a las personas
a tal grado y tan rápido como el ver que alguien dice ser de tal o cual manera
y luego actúe de una manera totalmente contraria a lo que profesa creer. Y solo
Dios sabe cuantas personas han sido y continúan siendo repelidas por la
hipocresía de creyentes profesantes – especialmente aquellos que son tan
discretos que cargan “señales intermitentes de neón” que publican su lealtad a
Cristo y entonces a pesar de toda esta lealtad promocionada fallan al no ser
consistentes en su profesión de fe. Bajo la mejor de las circunstancias los
Cristianos que vivimos bajo el minucioso microscopio de la opinión pública
ocasionalmente fallaremos en vivir los grandes estándares requeridos, por que a
pesar de que somos cristianos todavía seguimos siendo humanos pecadores. Y por
esa razón debemos evitar a toda costa la tentación de llamar la atención de los
demás hacia nosotros utilizando “una gran corneta”:
“Guardaos
de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos;
de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los
hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Más cuando tú des
limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna
en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y
cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en
las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los
hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. Mateo 6:1-5
(VRV).
En otras palabras, mantener un testimonio
Cristiano santo y sano no importando las dificultades es un poderoso recurso de
un verdadero testigo de Jesús a un mundo lleno de personas que como “peces”
fuera del mar mueren en su perdición. La vida de todo creyente genuino – sin
excepción alguna – es un testimonio del poder salvador de Jesucristo. Pero
desafortunadamente, algunas luces no alumbran tanto como deberían hacerlo. La
hipocresía y la indiferencia son iguales al musgo dentro de un lago que por su
excesivo crecimiento impedirá que la carnada llegue a los peces haciéndola
inefectiva. Para que podamos hacer el trabajo correctamente, la carnada debe
ser vista antes de que sea comida. Y debe ser presentada lo mas natural
posible, puesto que muchos quienes solo hablan de si mismos haciendo mucho
ruido no son buenas carnadas para proporcionar una buena pesca.
Así que no seáis engañados – el estanque del diablo esta
infestado por lo que los pescadores llaman “Peces Chatarra” (no peces trofeo
como la trucha y otros) – y estos corresponden a la cizaña de la cual habla
Mateo 13:24-30. ¡Pretenden ser los peces trofeo y son relativamente fáciles
de capturar! Por lo que, en contraste, para poder llevar a casa la especie
deseada se requiere de paciencia y esfuerzo diligente. Aquellas truchas que
pesan de 10 libras en adelante son capturadas ocasionalmente por accidente,
pero tales momentos son excepciones o no deben tomarse como norma.
El evangelio de
nuestro Señor Jesucristo esta siendo abaratado por los mercaderes de las
religiones apóstatas quienes trafican este mensaje por su propio prestigio y lucro
– tal como el Apóstol Pedro dijo que sería el caso:
“Pero
hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán
al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por
causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia
harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de
largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” 2 Pedro 2:1-3 (VRV)
La palabra Griega “harán mercadería” es emporeuomai, la concordancia de Strong,
número 1710 – se pronuncia em-por-yoo-om-ahee, del griego 1722 (en) y el griego
4198 (poreuomai); significa viajar dentro (de una ciudad como vendedor), por
implicación significa intercambiar: comprar y vender, hacer mercadería.
Ninguna otra palabra como esta
podría ser utilizada para definir el evangelismo de hoy día. A los ojos de quienes no disciernen
espiritualmente, una gran cantidad de personas (peces) equivale a un ministerio
exitoso del cual muchos líderes preguntan ¡cómo y donde fueron capturados!
Entonces los súper pescadores de
hombres, supuestamente, a través de costosos seminarios y programas de
enseñanza imparten el conocimiento de cómo hacerlo. Lo que me recuerda un viejo
amigo, que cuando se le preguntó donde había capturado una gran trucha que
tenía, el respondió, “a los lados de su boca”. (El definitivamente no iba a
revelar la localización de su lugar de pesca favorito).
Mis amigos, yo respetuosamente someto a ustedes la
siguiente declaración hecha por el Señor, el significado es más profundo que el
que generalmente es percibido por la mayoría de los evangélicos:
“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos,
Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque
eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de
hombres”. Mateo 4:18-19 (VRV)
Juan 6:44 define quién es que en realidad esta
haciendo la pesca. Al menos que o hasta que el Espíritu Santo convenza de
pecado a un individuo específico atrayéndole a Jesucristo, no podrá creer
y no podrá ser salvo. Sin importar la cantidad de personas que sean atraídas
por el hombre, con buenas intenciones, podrá lograr el resultado deseado.
“Ninguno
puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en
el día postrero.” Juan 6:44 (VRV)
Cuando se aplica presión psicológica por parte de predicadores que
ambicionan aumentar la membresía de su iglesia, es como si pescáramos con palos
o con dinamita. Las explosiones son indiscriminadas y todo tipo de peces
muertos saldrá a flote por el impacto. Y por tal razón es que muchas iglesias
tienen un hedor distintivo que las distingue.
Si
usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy
tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle inmediatamente
perdón y renovación. El lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón
con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario
de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted
nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha comprendido Su realidad
y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de
la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una
vez lo acepte a El como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el
Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro
de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.
Si a usted
le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página
de Salvación .
Esperamos
que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a
las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el
Reino del Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente,
nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga. Vuelva al índice de Artículos Pastorales
http://www.vicariadepastoral.org.mx/domund_7/hojas/2007_06.htm
Testigos de Jesús
UNA MIRADA A LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES
Por: Pbro. Carlos Junco Garza
En el contexto de la
5ª Conferencia del Episcopado
Latinoamericano,
celebrada en mayo
de este año en Aparecida,
Brasil, quiero fijarme
en el libro de los
Hechos de los Apóstoles
para valorar nuestra
misión de testigos de
Jesús, discípulos y misioneros
suyos. Como
sabemos, el libro fue escrito
por el mismo autor
del tercer evangelio. Así
se puede constatar por
su destinatario, temática
teológica, estilo literario,
entre otras cosas.
Conforme a la tradición
fue San Lucas quien escribió
esta obra en dos
tomos. Uno sobre todo
lo que Jesús hizo y enseñó,
y el otro sobre la
vida de algunas comunidades
y discípulos de la
iglesia primitiva.
Contemplo los Hechos
de los Apóstoles
desde la perspectiva del
testimonio que todos
estamos llamados a dar.
Creo que el libro nos ofrece muchas pautas para entender la misión
de todos los cristianos como testigos, seguidores,
discípulos y misioneros de Jesucristo. En
este artículo deseo presentar algunos de estos
rasgos, sin pretender agotarlos.
1. TESTIGOS CON LA FUERZA DEL ESPÍRITU
El libro de los Hechos se abre, al igual que
el tercer evangelio se cierra, con la promesa del
Espíritu que vendrá sobre los discípulos. Una fuerza que, como lo dice el mismo Jesús, los conducirá a “ser mis testigos en Jerusalén, Judea, Samaría y hasta los confines de la tierra” (1, 8; ver Lc 24, 49).
Espíritu que vendrá sobre los discípulos. Una fuerza que, como lo dice el mismo Jesús, los conducirá a “ser mis testigos en Jerusalén, Judea, Samaría y hasta los confines de la tierra” (1, 8; ver Lc 24, 49).
Como Jesús ha sido ungido por el Espíritu
para su misión evangelizadora y liberadora
(10, 38; ver Lc 4, 16-30), así también la Iglesia,
toda la comunidad y cada uno en particular, está
sustentada y guiada por el poder del Espíritu
Santo. Con esto confesamos algo evidente, pero
a veces relegado en el olvido: el testimonio que
damos como discípulos del Señor y misioneros
suyos no está en nuestras débiles fuerzas, sino en
el poder de Dios, en su gracia, en su regalo.
a) El Espíritu, don para todos
A través de un recorrido por diversos pasajes
de los Hechos de los Apóstoles queremos
fijarnos cómo el don del Espíritu, prometido
por Jesús para dar testimonio de él, no tiene
fronteras ni límites. Es dado a todas las personas
sin discriminación alguna.
Capítulo 2: El Espíritu sobre la comunidad naciente
Los apóstoles y demás discípulos, después de que el Señor se ha ausentado visiblemente
de ellos, permanecen en oración con María la
madre de Jesús (1, 14). En ese clima de intimidad
divina y fraterna, ellos se preparan a recibir
el don del Espíritu Santo.
El acontecimiento de Pentecostés viene
presentado por San Lucas con muchos rasgos simbólicos: viento, llamas de fuego, don
de lenguas, presencia de judíos provenientes
de muchos pueblos. Todo ello nos habla de
la irrupción del Espíritu sobre la comunidad
naciente ante una presencia de testigos que
evocan, de alguna forma, el mundo entero. Todos
los oyen proclamar las maravillas de Dios,
que con el envío del Espíritu lleva a su culmen
terreno el misterio de la salvación realizada por
su Hijo Jesús.
San Pedro lo explica como el cumplimiento
de la profecía de Joel (3, 1-5) que anunciaba la
efusión del Espíritu sobre todo ser humano, en
un primer momento de Israel, pero en una
legítima relectura, de todo el mundo. Todo
ser humano está llamado a recibir el Espíritu
Santo: hijos e hijas, jóvenes y ancianos, siervos
y siervas. Es un don que no tiene barreras de
sexo, edad o condición social. Es el regalo de
Dios, fruto de la muerte y resurrección de Cristo
el Señor.
Es la promesa del Padre que Jesús envía a
sus discípulos. Está destinado a todos los creyentes,
a los que están cerca, los judíos, y a los
de lejos, los gentiles o paganos. Así lo señala
Pedro a quienes le interrogan sobre qué hacer:“Conviértanse y que cada uno de ustedes se
haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para
perdón de su pecados; y recibirán el don del
Espíritu Santo, pues la promesa es para ustedes
y para sus hijos, y para todos los que están lejos,
para cuantos llame el Señor Dios nuestro”
(2, 38-39).
Allí comienza, de manera solemne, la vida
de la Iglesia guiada por el Espíritu Santo para
dar testimonio de Jesús. Es el bautismo en el
Espíritu anunciado por Jesús (1, 5).
Capítulos 10 y 11,1-18: El Espíritu sobre los
gentiles o paganos
Por eso el don del Espíritu caerá también
sobre los gentiles, los que no pertenecen al pueblo
judío, como es el caso de Cornelio y sus
acompañantes, tal como lo constata Pedro. Es
como un nuevo Pentecostés, donde se repite el
don de lenguas. Es el primer caso de un gentil
admitido a la comunidad eclesial, sin necesidad
de la circuncisión, que era el distintivo de
los varones judíos, como señal de la alianza de
Dios con su pueblo (ver 15, 1-29; Gn 17). Con
esto las puertas de la comunidad se abren a
todos, no quedan aprisionadas por la simple
pertenencia al pueblo judío: “¿Acaso puede
uno negar el agua del bautismo a éstos que han
recibido el Espíritu Santo como nosotros?”
(10, 47).
Por eso en las diversas culturas y en las distintas
religiones hay que buscar las huellas del
Espíritu, que por la gracia salvadora de Jesús está presente, aún en medio de sombras (ver 17,16-34).
Espíritu, que por la gracia salvadora de Jesús está presente, aún en medio de sombras (ver 17,16-34).
Capítulo 8,14-18 y 19,1-7. El Espíritu sobre
otros discípulos
Pedro y Juan van a Samaria para confirmar
la acción de Felipe que ha evangelizado y bautizado,
fuera de Jerusalén, y dar así mediante
la imposición de las manos sobre los nuevos
discípulos el don del Espíritu que no habían
recibido (8, 14-18).
Pablo recibirá también el Espíritu por la
imposición de las manos de Ananías (9, 17), y
años después, Pablo por la imposición de las
manos comunicará el Espíritu a los discípulosque sólo habían recibido el bautismo de Juan
y ni siquiera habían oído hablar del Espíritu
Santo. También el don de lenguas y la profecía
serán signos del don recibido. Sin duda alguna,
con esta escena San Lucas quiere mostrar la
necesidad de la presencia del Espíritu en todos
los cristianos. No puede haber auténticos discípulos
de Jesús que ignoren, desconozcan o no
hayan recibido el don del Espíritu.
Síntesis
Hemos contemplado, a grandes rasgos, varias
escenas singulares en las que aparece el
don del Espíritu a las diversas personas que
pertenecen ya a la comunidad cristiana o se incorporan
a ella.
Con esto San Lucas quiere enfatizar cómo
en la base de toda la vida eclesial y de cualquier
seguidor de Jesús se necesita la presencia del
Espíritu que obra en todos sus miembros, sin
excluir a nadie. Es la presencia misteriosa que
se manifiesta en los diversos dones, ministerios
y carismas que enriquecen a la Iglesia de Dios.
Cualquier auténtica acción eclesial está siempre
movida por el Espíritu de Dios. Es lo que Pablo
también señala al constatar que no sólo en los
grandes carismas o en los dones espectaculares,
sino en la vida diaria de fe se requiere la gracia
y el impulso del Espíritu: “Nadie puede decir‘¡Jesús es Señor!’, sino movido por el Espíritu
Santo” (1 Cor 12, 3).
El don del Espíritu es para que todos podamos
profesar nuestra fe en Jesús, edificar la comunidad
y servir a nuestros hermanos, especialmente
a los más pobres y marginados. La gracia del Espíritu
nos conduce a ser testigos de Jesús, discípulos
suyos, que con nuestras palabras, obras y vida,
nos convirtamos en misioneros de la Buena Nueva
de salvación realizada en su persona: “Ustedes
recibirán una fuerza, cuando el Espíritu Santo
venga sobre ustedes, y de este modo serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (1, 8; ver 4, 31).
venga sobre ustedes, y de este modo serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (1, 8; ver 4, 31).
b) El Espíritu guía el testimonio y la misión
Ya vimos que el Espíritu se nos da para que
seamos testigos de Jesús en todos los lugares de
la Tierra (1, 8). Pero la presencia del Espíritu se
diversifica en otras actividades íntimamente relacionadas
con el testimonio, que con nuestras
palabras, obras y vida entera damos del Señor
Jesús.
El Espíritu está en la base del testimonio de
los apóstoles: de Pedro, Pablo y los demás; de
Esteban y Felipe, que forman parte del grupo
de los “siete”; de los presbíteros de Efeso y de
los diversos discípulos. Con la luz y fuerza del
Espíritu ellos, aún en medio de persecuciones
y obstáculos, predican con toda valentía
el Evangelio y comunican los bienes de la salvación
realizada por medio de Jesús, el único
Señor y Salvador.
Veamos algunos de esos aspectos donde el
Espíritu guía diversos momentos significativos
de la Iglesia, en su acción evangelizadora y en su crecimiento constante.
de la Iglesia, en su acción evangelizadora y en su crecimiento constante.
-
Después de la curación del tullido de nacimiento, Pedro y Pablo son apresados y rinden su testimonio ante el sanedrín. Pedro lleno del Espíritu Santo, habla con plena valentía ante ellos, explicando la señal que ha realizado en nombre de Jesús, el único Salvador (4, 8, ver capítulos 3-4).
-
La plegaria de la comunidad perseguida implora, no el cese de la persecución, sino la valentía para predicar la Palabra. Lucas concluye esta escena relatando: “Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios con valentía” (4, 31; ver 4, 23-31).
-
La elección de los “siete”, quizá dirigentes de la comunidad de origen judío, pero no residentes de Jerusalén, va a recaer enhombres llenos del Espíritu y de sabiduría (6, 3; ver 6, 1-6).
-
Los adversarios no pueden resistir a la sabiduría y el Espíritu con que hablaba Esteban (6, 10). Su discurso final antes de sufrir el martirio lo proclama lleno del Espíritu Santo (7, 55).
-
Felipe anuncia la Buena nueva de Jesús al eunuco, lo bautiza y es arrebatado por el Espíritu para que prosiga en otras ciudades la labor evangelizadora (8, 25-40).
-
Pedro, prestando atención al Espíritu, rompe los prejuicios religiosos propios de su fe judía y lleva el anuncio de salvación a los gentiles, que también están llamados a formar parte de la nueva comunidad (10, 19-20; 11, 12; 15,8).
-
Bernabé, hombre lleno del Espíritu Santo, es enviado por la comunidad de Antioquia a ratificar en la fe a los gentiles que han aceptado la Buena Nueva de Jesús (11, 22.24).
-
Es el mismo Espíritu Santo quien llama y envía dentro de la comunidad de Antioquia a los primeros misioneros, Pablo y Bernabé, que partirán a difundir el Evangelio de Jesús y hacer discípulos en territorios más lejanos (13, 2.4).
-
Es también el Espíritu quien, de una u otra forma, les ayuda a captar que no se necesita la circuncisión ni la observancia de la ley judía para alcanzar la salvación que nos regala Jesús, a lo sumo se deben observar ciertas normas que conducen a una convivencia pacífica entre los diversos grupos de la comunidad (15, 28-29; ver 15,1-29)
-
Es el Espíritu quien señala si en un momento determinado no hay que evangelizar en algún lugar o si hay que hacerlo en otro sitio (16, 6-10).
-
Es también el Espíritu quien testifica las prisiones y tribulaciones que esperan a Pablo en el cumplimiento de su misión evangelizadora y quien le dará fuerza para dar testimonio de Jesús con su vida entera (20, 23; 21, 11).
-
El Espíritu ha estado presente en la historia de la salvación que se actualiza en cada instante, como lo testifican las Escrituras en las queél nos habla (1, 16; 4, 25; 28, 25).
Estos son algunos
de los múltiples ejemplos
de la presencia
del Espíritu en las comunidades
primitivas
y en los diversos discípulos.
La acción del
Espíritu Santo sigue
vigente y actual en todos
nosotros hoy día
para que continuemos
siendo discípulos,
testigos y misioneros
del Evangelio
que trae la salvación
en Cristo Jesús.
Por eso en todos
los momentos de la
Iglesia debemos estar
abiertos a la inspiración
del Espíritu para
dejarnos conducir porél y buscar los medios
más oportunos para realizar nuestra misión
evangelizadora y testimonial. Se trata de una
acción de discernimiento constante para saber
escuchar la voz del Espíritu, y no seguir nuestras
propias mociones o criterios.
Si no le hacemos caso al Espíritu, le estamos
resistiendo, como Esteban y Pablo recriminan
a algunos de los judíos (7, 51-53; 28, 25-28).
a algunos de los judíos (7, 51-53; 28, 25-28).
Sólo en la oración constante, en el silencio
meditativo, en la búsqueda sincera, personal y
eclesial, en la confrontación enriquecedora, en
el compromiso auténtico de servicio hemos de
descubrir la voz del Espíritu para que nos ilumine
y guíe, para que se convierte en fuerza e
impulso para nuestra vida de testigos del Evangelio.
Hay que dejar a un lado otras voces que
resuenan en nuestro interior, pero que no son
la auténtica voz del Espíritu. Esto nos coloca en
un clima de plegaria y meditación, de apertura
y sinceridad, de dinamismo y búsqueda, de
compromiso y servicio, tal como lo pide cada
una de las cartas del Apocalipsis: “El que tenga
oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”
(Ap 2, 7…).
2. TESTIGOS EN TODO MOMENTO Y
SITUACIÓN
La misión que el Señor nos encomienda de
ser sus testigos, la llevamos a cabo en el interior
de la comunidad y en nuestro servicio a los demás.
Se enfrenta ante diversos problemas que
hemos de superar.
a. Testimonio en el interior y hacia el mundo
La Iglesia de los Hechos de los Apóstoles nos
muestra a una comunidad que al interior vive
unida en torno a la evangelización y catequesis,
la comunión fraterna y la celebración litúrgica.“Eran asiduos a la enseñanza de los apóstoles,
a la comunión [común-unión] , a la fracción
del pan y las oraciones” (2, 42). Con esto San
Lucas nos presenta el ideal de toda comunidad
eclesial. Una comunidad que crece en el dinamismo
de su fe, en la caridad y solidaridad auténtica,
en la vivencia litúrgica. Ninguna cosa
puede estar separada de la otra.
Es necesario estar en contacto con la fe
apostólica, con el anuncio del Evangelio y su
profundización. Es fundamental vivir la comunión
con Dios y con el hermano, que llegue a
transformar nuestros corazones y nuestras estructuras
socioeconómicas. Es importante que
todo esto lo celebremos en nuestra liturgia.
Los diversos sumarios o resúmenes que
Lucas presenta de la comunidad nos ofrecen
aspectos claves de la Iglesia (2, 42-47; 4, 32-35;
5, 12-16), sin olvidar que la Palabra de Dios está
en la base de la vida eclesial y que en el libro
de los Hechos adquiere una fuerza singular,
casi se personifica (6, 7; 10, 36; 12, 24; 13, 48-49;
19, 20), dándole un valor eficaz para edificar a
la comunidad y para expandir el evangelio a los
gentiles (20, 32).
La comunidad ha de ser una Iglesia de la Palabra,
escuchada, transmitida y vivida. Una Iglesia
que ora y celebra la liturgia, como culmen y
fuente de su vida. Una iglesia de la comunión
y el servicio expresados en la vida fraterna y solidaria.
Una Iglesia llamada a la conversión y
purificación constante, al compromiso serio y
transformador. Así nos convertimos en seguidores
de Jesús, el Cristo. Por eso llevamos el
nombre de “cristianos”, como se dio por primera
vez en Antioquia (11, 26).
Pero la Iglesia no se cierra en sí misma, sino
que se abre a los demás, está en camino. De hecho
los cristianos son llamados también “seguidores
del Camino” (9, 2) y la palabra “Camino”
sirve para designar a Jesús y la comunidad que
surge en torno a él (16, 17; 18, 25-26; 19, 9.23;
22, 4). Todo esto en consonancia con la autorevelación
de Jesús que se presenta;”Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre
sino por mí” (Jn 14, 6).
Por eso la Iglesia al dar testimonio no está
volcada en sí misma, sino abierta a los demás
para difundir la Buena Nueva y para servir al
mundo, para anunciar el Reino de Dios que
se ha hecho patente en la persona de Jesús elSeñor (8, 12.35; 14, 21-22; 20, 25; 28, 23.31; ver
2, 36; 4, 10-12; 5, 42; 8, 5. 25.40; 10, 36-43; 11, 20;
13, 23.28.).
La Iglesia que está llamada a evangelizar, comienza
por evangelizarse a sí misma (EN 15),
buscando las razones de su fe, dando cuenta
de su esperanza, viviendo en el amor a Dios y
a los hermanos, purificándose constantemente
de cualquier idolatría e infidelidad. Por eso la
Iglesia. camina hacia la Verdad plena (DV 8),
busca comprender y vivir cada día más
el misterio de Jesús con todas sus implicaciones
y repercusiones en la vida de
conversión constante, de proclamación,
de experiencia, de transformación.
b. Dificultades y obstáculos
La Iglesia de Cristo, al esforzarse por
cumplir su misión con la ayuda del Espíritu,
se encuentra ante dificultades. Los
Hechos nos dan testimonio de las adversidades
que vienen de fuera y las que
surgen al interior de la comunidad.
De fuera, aunque también de dentro,
las dificultades se pueden resumir
en el rechazo y la persecución, o en la
indiferencia ante la predicación. De
dentro surgen conflictos y tensiones en
diversos ámbitos.
Persecución
Basta abrir las páginas de los Hechos
para constatar que la persecución no
tiene límites: alcanza a Pedro y Juan, lo
mismo que a los demás apóstoles; a Esteban,
el primero que da la vida como
testigo o mártir de Jesús, a la iglesia que
está en Jerusalén, a Santiago, a los seguidores
del Camino, a Pablo y sus acompañantes.
Se cumple así lo que Jesús les
ha anunciado: “Los expulsarán de las
sinagogas. E incluso llegará la hora en
que todo el que los mate piense que da culto
a Dios” (Jn 16, 12). Por eso Pablo y Bernabé exhortan
a la perseverancia y fidelidad a las comunidades
evangelizadas, diciéndoles: “Es necesario
que pasemos por muchas tribulaciones
para entrar en el Reino de Dios” (14, 22). La
persecución y el rechazo han sido la suerte de
Jesús que se coloca en la línea de los profetas
(Lc 4, 16-30; 13, 31-35; 24, 25-27.44-48) y, para
san Lucas, constituyen la condición normal del
cristiano (Lc 6, 22-23; 21, 12).
Es importante la reacción de apóstoles y
discípulos ante esos problemas. No se amedrentan
ante las amenazas y las persecuciones,
sólo piden el valor para continuar predicando
con valentía el Evangelio (4, 24-29). Y así, no
obstante el silencio que les imponen, ellos no
callan, continúan en su labor de testigos fieles y
valientes, conforme se los ordenó el Señor, que
está por encima de cualquier autoridad (4, 19-
20; 5, 27-29). Por eso “ni un solo día cesaban de
enseñar en el Templo y por las casas y de anunciar
la Buena Nueva de que Jesús es el Cristo”
(5, 42).
Burla e indiferencia
En otras ocasiones será la burla o indiferencia
ante el mensaje proclamado, como le sucede
a Pablo en el Areópago de Atenas al anunciar la
resurrección de Jesús. “Al oír la resurrección de
los muertos, unos se burlaron y otros dijeron:‘Sobre esto te oiremos otra vez’” (17, 32).
Conflictos internos
Pero los problemas no vienen sólo
del exterior, sino también del interior
de la comunidad.
-
El engaño y la mentira en lo referente a compartir los bienes materiales es la irrupción del pecado en el seno de la comunidad. El caso de los esposos Ananías y Safira ilustran simbólicamente este hecho. La denuncia de Pedro es fuerte; el castigo de la muerte simboliza la exclusión de la comunidad (5, 1-11).
-
También en relación a los bienes, la caridad y el servicio se dan las legítimas quejas del grupo helenista, que ve desatendidas sus viudas en el servicio fraterno. La búsqueda de una solución al problema se realiza en un clima de oración y compromiso (6, 1-6).
-
Aparece en otro pasaje la ambición del recién converso Simón el Mago, quien pretende “comprar” el poder de imponer las manos para transmitir el Espíritu Santo. La llamada de Pedro al arrepentimiento surte su efecto (8, 9- 24).
-
Una lucha interna con discusiones y posturas diversas se da en torno a los grupos de judeo-cristianos que están afavor de la circuncisión, La reunión de dirigentes y representantes de las Iglesias en Jerusalén, guiada por el Espíritu, verá que no es necesaria esa carga (ver 10; 11, 19.26; 15; 21, 17-26).
-
Entre los mismos misioneros surgen problemas serios. Tal es el caso de Pablo y Bernabé compañeros en el primer viaje misionero. A punto de iniciar el segundo viaje misionero, se enfrentan y llegan hasta la separación por la postura diversa que tienen ante Juan Marcos, que los había abandonado en la primera misión. La separación dolorosa se mitiga con el compromiso misionero llevado a cabo en diferentes lugares (15, 36-40; ver 13, 5.13).
Estos son algunos de los varios conflictos
que aparecen en el seno de la comunidad primitiva
y las soluciones que se dieron.
Síntesis
Persecución, indiferencia, conflictos internos
son algunas de las pruebas que enfrenta
la Iglesia de todos los tiempos al realizar su
misión.
Ante la persecución estamos llamados a
responder con firmeza y valentía realizando
la misión evangelizadora y liberadora, ante la
burla y la indiferencia, hay que seguir proclamado
la verdad y haciendo el bien.
Ante los conflictos internos debemos reaccionar
en espíritu de diálogo, búsqueda,
sin perder de vista nuestra meta. Es un hecho
que nuestras comunidades también están envueltas
en el pecado en sus múltiples manifestaciones,
en diversos conflictos internos,
en distintas posturas personales y eclesiales
que entran en tensión. Lo fundamental ante
esa realidad es que sepamos aceptar los hechos,
que podamos encararlos y que sepamos
buscar, en clima de diálogo, verdad y justicia, las soluciones que favorecen el bien de la comunidad en su misión y servicio a todos, especialmente a los más pobres, marginados y excluidos.
buscar, en clima de diálogo, verdad y justicia, las soluciones que favorecen el bien de la comunidad en su misión y servicio a todos, especialmente a los más pobres, marginados y excluidos.
3. RECAPITULACIÓN Y PROYECCIÓN
Hemos recorrido a grandes pinceladas el
libro de los Hechos de los Apóstoles que nos
llama a ser testigos de Jesús, discípulos y seguidores
de él, misioneros incansables en la
labor de anunciar y comunicar el Evangelio
hasta los confines de la tierra.
La 5ª Conferencia del Episcopado Latinoamericano
quiere impulsar nuestra vida de
discípulos y misioneros para que el mundo
tenga vida en Jesús. En este mes dedicado de
manera singular a recordar el deber misionero
de todos nosotros, es importante reavivar
esta encomienda.
Acercarnos al libro de los Hechos es una
oportunidad para reforzar nuestra vocación y
misión. Sabemos que en esta misión nuestra
fuerza no está en nuestra debilidad, sino en
el poder del Espíritu Santo que se nos da a
todos. Confesamos que es el Espíritu el que
nos acompaña y guía para llevar a cabo la encomienda
que Jesús nos dejó de ser sus testigos.
Testigos de Jesús y de la Buena Nueva queél anunció y realizó. Testigos en las diversas
circunstancias de nuestra vida personal y
eclesial, testigos comprometidos en la transformación
de nuestras iglesias y de nuestras
sociedades. Discípulos y misioneros en medio
de las adversidades y conflictos, afrontándolos
con madurez eclesial buscando siempre
que nuestra meta sea el Reinado de Dios, la
Buena Noticia de salvación proclamada y realizada
por Jesús.
0 comentarios:
Publicar un comentario