Críticas y Controversias
Una controversia que se ha discutido tiene que ver con su esposa, Maria Frances Russell.
En 1879 Charles Taze Russell se casó con Maria Frances Ackley. Tuvieron un buen matrimonio durante trece años. Maria Frances Russell tuvo una posición importante en los primeros años del movimiento de los Estudiantes de la Biblia. Fue editora asociada de la Watch Tower desde 1893 hasta 1896, lo que quiere decir que los artículos editoriales, que aparecían sin firma, pueden haber sido escritos bien por C.T. Russell o bien por Maria F. Russell; en 1896 firmó varios artículos en la revista.23 Además, ella afirmó haber escrito porciones significativas de los primeros volúmenes de Estudios de las Escriturasjunio de 2009[cita requerida]. Una de sus contribuciones más importantes a la doctrina posterior de los Testigos de Jehová, es la interpretación de la parábola del «siervo fiel y prudente». (Mateo 24:45-47) Maria Russell produjo la idea de que su esposo era en realidad «ese siervo», doctrina que aceptaron los Estudiantes de la Biblia sin que Russell expresara ninguna oposición. Sin embargo, María cambió de opinión, y adujo que los versos siguientes, que describen al «siervo malo» se adecuaban mejor a su esposo en condición de «caída».
Su relación empezó a ser socavada por personas que adularon a Maria y apelaron a su orgullo; pero cuando ella se percató de las intenciones de aquellas personas, pareció recobrar el juicio. En la ocasión en que un ex colaborador propagó calumnias contra Russell, ella le llegó a pedir permiso a su esposo para visitar algunas congregaciones y defenderlo, pues lo habían acusado de maltratarla. Sin embargo, parece que la buena acogida que recibió en aquel viaje de 1894 contribuyó a que fuera modificando el concepto que tenía de sí misma. Trató de aumentar su influencia en lo que se publicaría en la revista Watch Tower. Cuando se dio cuenta de que no se publicaría ningún escrito suyo a menos que su esposo, el director de la revista, concordara con lo que decía (atendiendo a que estuviera en consonancia con las Escrituras), se sintió muy molesta. Aunque él trató de darle toda la ayuda posible, en noviembre de 1897 ella lo abandonó. Aun así, él le dio vivienda y manutención. Años después, en 1908, ella, como resultado del proceso judicial que había iniciado en 1903, obtuvo el divorcio, aunque no total, sino solo a mensa et thoro (“de mesa y tálamo”, es decir, parcial), con derecho a pensión.
Al no lograr que su esposo se plegara a sus demandas, después de abandonarlo trató a toda costa de difamarlo. En 1903 publicó un tratado en el que en vez de presentar verdades bíblicas dio una imagen muy desfigurada de Russell. Intentó reclutar pastores de diversas confesiones para que lo distribuyeran en los lugares donde los Estudiantes de la Biblia estuvieran celebrando reuniones especiales. Hay que decir en favor de los pastores que pocos se dejaron manipular así. Sin embargo, otros clérigos han mostrado desde entonces una actitud diferente. Anteriormente, Maria Russell había condenado de palabra y por escrito a los que acusaban a Russell de la conducta impropia que ella misma ahora le achacaba. Algunos opositores religiosos de Russell se han valido de declaraciones infundadas del proceso de 1906 (y que fueron tachadas de las actas por orden del tribunal) para publicar acusaciones que lo pintan como un hombre inmoral y por ende indigno de ser ministro de Dios. Sin embargo, las actas dejan claro que estas acusaciones son falsas. El propio abogado de la señora Russell le preguntó si creía que su esposo era culpable de adulterio. Su respuesta fue: “No”. Es notable, asimismo, que cuando ella presentó los cargos contra su esposo ante un comité de ancianos cristianos en 1897 no hizo mención alguna de las acusaciones que levantó posteriormente en el tribunal con el fin de persuadir al jurado a concederle el divorcio, pese a que los presuntos incidentes ocurrieron antes de aquella reunión con el comité.
De cualquier forma, Russell perdió el proceso y las apelaciones subsiguientes. El tribunal dictaminó que su esposa tenía el derecho a separarse y a recibir una pensión de su ex-esposo. Russell alegó que no podía pagar, pues había donado a la Watch Tower todos sus bienes salvo la casa donde vivía su mujer, y el dinero lo donaron secretamente un grupo de amigos de Russell.24 Según lo presenta César Vidal, «Russell, nada respetuoso por las obligaciones conyugales o familiares, se negó a pagar. Ante la posibilidad de que pudieran embargar sus bienes, cambió de domicilio de la Watchtower de Pittsburg a Brooklyn. Pensaba -y no se equivocó- que el largo brazo de la ley matrimonial no le alcanzaría en otro estado de la Unión.»25
La información acerca de los problemas conyugales de Russell, considerados impropios para un Pastor, se difundió ampliamente y se usó para desacreditarlo. También hubo acusaciones de conducta inapropiada e inmoral, hacia mujeres muy jóvenes, añadiendo publicidad negativa, como el caso en el que se le involucró con la Srta Ball. La transcripción del caso pone en evidencia que la participación con la Srta Ball estaba lejos de ser algo inocente, según Maria F. Russell.26 Al respecto, el historiador e investigador César Vidal afirma que "el profeta" (como él llama a Russell) no podía estar cerca de una mujer «sin pellizcarla y, en más de una ocasión, había sido descubierto por su cónyuge en situación embarazosa.» También afirma que debido al carácter supuestamente déspota de Russell, su mujer era «injuriada soezmente» y hecha pasar por una «desequilibrada mental» y que «el profeta llegó incluso a decir a la señorita Ball que él con las damas se comportaba como una medusa y que gustaba de poner la mano encima a todas las que se ponían a su alcance.».27 Sin embargo,el propio Russell negó el fondo de la cuestión28 y el historiador Penton ha señalado la historia como un medio dañino usado por Maria en un intento de dañar a su esposo.29
Nueve años después de haber llevado la señora Russell por primera vez el asunto a los tribunales, el juez James Macfarlane escribió una carta en la que contestaba a un particular que solicitaba una copia de las actas del tribunal para que un colaborador suyo desenmascarara a Russell. El juez le dijo francamente que lo que deseaba sería una pérdida de tiempo y dinero. La carta decía: “El fundamento de la solicitud de ella y de la decisión dictada tras el veredicto del jurado fue ‘indignidades’, no adulterio, y el testimonio no indica, a mi entender, que Russell llevara ‘una vida adúltera con una cómplice’. En realidad, no hubo ninguna cómplice del demandado”. La propia Maria Russell acabó admitiéndolo, aunque demasiado tarde, en el funeral del hermano Russell, que tuvo lugar en el Carnegie Hall de Pittsburgh en 1916. Cubierta con un velo, caminó por el pasillo hasta llegar al féretro, donde depositó un ramillete de lirios del valle, con un lazo que decía: “A mi amado esposo”. Es evidente que el clero se ha valido de tácticas de la misma calaña que las de sus colegas del siglo I. En aquel entonces trataron de difamar a Jesús acusándole de comer con pecadores y de ser pecador y blasfemo. (Mat. 9:11; Juan 9:16-24; 10:33-37.) Estas imputaciones no cambiaron la realidad acerca de Jesús; tan solo identificaron a los que recurrieron a calumnias de ese tipo —y lo mismo se puede decir de los que emplean estratagemas similares en la actualidad— como hijos de su padre espiritual, el Diablo, cuyo nombre significa “Calumniador”. (Juan 8:44.)
Las enseñanzas de Russell trajeron como resultado que Pastores cristianos de varias denominaciones empezaran a examinar cuidadosamente sus enseñanzas, y doctrinas. Uno de ellos, fue el Reverendo J.J. Ross, el cual publicó un folleto que analizó las doctrinas de Russell, revelando que:
Russell trató de poner fin a la distribución de esta información dañosa demandando por daños y perjuicios al Rev. Ross. Al final, Russell admitió que las declaraciones acerca de sí mismo hechas por Ross eran verdaderas.30
Con el objetivo de eliminar a toda costa la influencia de C. T. Russell y sus colaboradores, el clero puso en duda que Russell fuera un ministro cristiano. Por razones parecidas, los líderes religiosos judíos del siglo I trataron a los apóstoles Pedro y Juan como “hombres iletrados y del vulgo”. (Hech. 4:13.) Russell no era licenciado en teología de ningún seminario de la cristiandad. No obstante, dijo con valentía: “Desafiamos [a los clérigos] a demostrar que han recibido la ordenación Divina o que siquiera piensan en ello. Piensan tan solo en una ordenación o autorización sectaria por sus propias sectas o facciones. [...] Dios ordena o autoriza a un hombre a predicar cuando le imparte el Espíritu Santo. Todo el que ha recibido el Espíritu Santo ha recibido el poder y la autoridad de enseñar y predicar en el nombre de Dios. El que no haya recibido el Espíritu Santo no tiene autoridad ni sanción Divina para predicar”. (Isa. 61:1, 2.)
Los periódicos de Hamilton y de Toronto divulgaron las demandas hechas por Ross, pero no hicieron ninguna acusación de mala conducta hacia Russell, más bien, criticaron a Ross por su comportamiento personal inadecuado, no profesional. En contestación a las acusaciones de Ross, Russell declaró por varias fuentes impresas y públicas que él nunca afirmó conocimiento de toda la lengua griega, sino simplemente el alfabeto griego. Él creyó que su ordenación era «de Dios» según el modelo bíblico; no requiriendo aprobación confesional, y que su elección anual como «Pastor» por unas 1200 congregaciones por todo el mundo lo constituyó como «ordenado», o elegido para ser un ministro del evangelio.31 32
En 1913, algunas fuentes le acusan de vender a crédulos agricultores lo que supuestamente él llamó trigo milagroso, a 1 dólar la libra, y que descubierto el fraude por las autoridades federales, fue llevado a juicio, el cual perdió y tuvo que devolver el dinero.33 Un artículo en un periódico declara:
Sin embargo, la variedad que aún hoy se conoce como trigo milagroso por el nombre que le dio el agricultor que lo descubrió (quien ni siquiera conocía a Russell) ya era conocida previamente por las autoridades federales y había ganado varios premios en ferias en EE.UU. Por otro lado, el trigo no lo vendió Russell ni su sociedad, sino que dos seguidores suyos se ofrecieron a venderlo y a donar a la obra el dinero recaudado; ofrecieron a los compradores un año de plazo para pedir que se les devolviera el dinero si no estaban conformes, pero ni uno solo de los compradores pidieron su devolución.35 El periódico Brooklyn Daily Eagle publicó estas acusaciones junto con una caricatura de Russell con la leyenda: «Si el Pastor Russell puede hacer un dólar por medio kilogramo del trigo milagroso, ¿cuánto hubiese podido hacer vendiendo “acciones y bonos de oro” como director en el viejo Banco la Unión?». Russell demandó al periódico por calumnias, pero el jurado popular falló a favor del periódico.36
En 1911 J. A. Bohnet de Pittsburgo, Pensilvania, y Samuel J. Fleming de Wabash, Indiana, lectores de la Watch Tower, le regalaron a la Sociedad Watch Tower Bible and Tract el conjunto de unos 30 bushels de este trigo y propusieron que se vendiera a un dólar la libra y que la Sociedad recibiera los réditos como una donación procedente de ellos, para que se usara en su obra religiosa. La Sociedad recibió el trigo y lo envió y los réditos totales alcanzaron la suma de aproximadamente 1.800 dólares. Russell mismo no recibió ni un centavo de este dinero. Él simplemente publicó una declaración en The Watch Tower indicando que el trigo había sido contribuido y podía obtenerse a un dólar la libra. La Sociedad misma no alegó nada para el trigo por propio conocimiento y el dinero que se recibió fue como donación a la obra misional cristiana. Cuando otros criticaron esta venta, a todos los que habían contribuido se les informó que si no estaban satisfechos se les devolvería su dinero. De hecho, el dinero mismo que se recibió para el trigo fue retenido por un año con ese fin. Pero ni una sola persona pidió que se le devolviera. El comportamiento de Russell y de la Sociedad con relación al Trigo Milagroso fue completamente franco y sin engaño.37
O QUIZAS LE PAREZCA MEJOR... EL VIDEO DE LAVASORI... ¿CUAL LE PARECE INFORMACION FIDEDIGNA?
¿¿¿USTED CREE QUE RUSSELL TOMABA VIAGRAS EXTRA FUERTES???
JAQUE MATE A LA DOCTRINA JUDAIZANTE DE LA IGLESIA. La importancia de la crítica a la cristología de san Pablo, radica en que nos aporta los elementos de juicio necesarios para visualizar nítidamente __la omisión capital que cometió Pablo en sus epístolas al mutilar al cristianismo de su doctrina más importante. Desechando la prueba viviente en Cristo hombre que nos confirma que es posible alcanzar la trascendencia humana practicando las virtudes opuestas a nuestros defectos hasta adquirir el perfil de humanidad perfecta, patente en Cristo (cero defectos), disciplina que nos da acceso a las potencialidades del espíritu__ Y la urgente necesidad de formular un cristianismo laico enmarcado en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana (sustentada por filósofos y místicos)__, a fin de afrontar con éxito: el ateismo, el islamismo, el judaísmo, el nihilismo, la nueva Era y la modernidad, que amenazan con sofocar el mensaje universal de Cristo. http://es.scribd.com/doc/73946749/Jaque-Mate-a-La-Doctrina-Judaizante-de-La-Iglesia